Feira Cabalar de Moeche: «Pedí el día, el 23 de Abril es sagrado»

ANA F. CUBA MOECHE / LA VOZ

MOECHE

Las pruebas equinas, la compraventa de ganado y el mercado atrajeron al público en un día «frouxo», al caer en martes

23 abr 2024 . Actualizado a las 22:59 h.

Christian, vecino de Neda, es de los que nunca fallan en la Feira do Cabalo de Moeche: «Pedí el día en el trabajo, el 23 de Abril es sagrado, es como una religión». Acudió con Álvaro, que también se cogió descanso este martes. Con ellos iban Laura y Rosana: «Nos gustan los caballos [...], y compramos churros, que también es tradición». A las diez, cuando llegaron a la feria, se aparcaba sin problema. Una hora más tarde se formaron caravanas, como contaban voluntarios de Protección Civil de Neda, que colaboran, como la agrupación de As Pontes. En cuanto comenzaron las pruebas, el público se fue congregando a ambos lados de la pista. En la zona exclusiva para ganado de trato, Lorenzo, santiagués, vendía potros, mulas y burros; y Estefan, de A Pastoriza, compró ocho caballos. «Véndese pouco e cóbrase mal [risas], aquí e en xeral. Os animais valen o que dean por eles, para vida páganche segundo quen chegue», coincidían.

Aun así, repiten el 23 de Abril «polo costume e porque o polbo está bo». Dan fe María, que se jubiló en noviembre y estaba ansiosa de feria «despois de seis meses de choiva», y Toñito, también retirado, que viajaron desde Bergondo. Antes de degustar el pulpo —«boísimo, igual que o café, ben quentiño»— se hicieron con guantes para la huerta, un afilador de cuchillos, rosquillas, una planta de flores moradas, lechugas de varios colores y varias plantas de repollo.

Las competiciones, con 4.400 euros en premios, constituyen el mayor aliciente para muchos. Icía, una joven de O Vicedo que vive en Cerdido, tampoco fue a trabajar. «Es mi cumple... si te gustan los caballos es muy bonito de ver, el ambiente es muy bueno», comenta, igual que sus amigos de Neda, Cedeira y San Sadurniño. El mercado y los puestos también mueven a la gente, aunque «ao caer en martes, é algo máis frouxo», señala José, tercero de una saga de churreros de Carballo, con el aceite caliente todo el día. En la nave, Cecilia ya recoge las toallas —«no ha ido mal, no me quejo»— y a la encargada de la panadería Irene, de Palas de Rei, le ha sabido a poco —«venimos a las ferias del 11 y del 23 y hay más clientela»—. Es 23 de Abril, con sol y nubes, y toda la atención recae sobre Moeche.