Lluvias y frío atrasan las campañas de maíz y patata, pero llenan los embalses

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

El embalse de A Fervenza está casi al 84 % de su capacidad
El embalse de A Fervenza está casi al 84 % de su capacidad BASILIO BELLO

En la Costa da Morte, el embalse de A Fervenza está al 83,5 % de su capacidad, y el de Santa Uxía, al 55,56 %

02 may 2024 . Actualizado a las 10:03 h.

Las copiosas lluvias de las últimas semanas y la bajada de las temperaturas mantiene en suspenso gran parte de las campañas del maíz forrajero y la patata, que son las más importantes en la Costa da Morte. Sin embargo, los embalses están casi llenos y los ríos llevan buen caudal, por lo que no será hasta muy avanzado el verano cuando pueda notarse la falta de agua, siempre que no se mantenga una primavera tan húmeda como la actual.

La semana de cielos despejados de mediados del pasado mes permitió a labradores y ganaderos empezar las plantaciones, pero ni unos ni otros tuvieron tiempo de acabar. Solo los que tienen huertas pequeñas pudieron realizar el trabajo completo, pero el tiempo ahora tampoco les está ayudando.

Ganaderos con grandes extensiones solo lograron sembrar la mitad de su fincas. Es el caso de Rafael Amarelle, al que le quedan 80 hectáreas pendientes, el 50 % de la superficie total que dedica al silo. A estas alturas del año ya debería tener todos los terrenos con el maíz en la tierra, pero lo peor es que las previsiones no son nada buenas. Calcula que serán necesarias al menos dos semanas para que pare de llover y la tierra esté suficientemente seca para trabajarla, lo que significa que la campaña más importante del año se atrasará al menos un mes. Esta situación hará que muchos se planteen la utilización de maíz de ciclos más cortos para que toda la cosecha pueda estar lista al mismo tiempo, más o menos en septiembre.

El forraje es fundamental para la viabilidad de las explotaciones ganaderas, puesto que la alimentación constituye el principal gasto de los costes de producción y la autonomía de una granja en este aspecto es fundamental.

En el caso de las patatas, el cultivo emblemático de Bergantiños la situación tampoco es mucho mejor. A mediados de abril los productores se apresuraron a plantar, pero a los más profesionales, que tienen más superficie, no les dio tiempo de terminar. Ya iban tarde para la variedad temprana, pero ahora lo que se juegan es el grueso de la cosecha. La situación es especialmente comprometida porque en Coristanco es la primera vez que una buena parte de los labradores deciden hacer ventas conjuntas a Patatas Prado, de tubérculos con Indicación Xeográfica Protexida.

Ya no solo es lo que no se ha podido sembrar, sino lo que sí se pudo lleva retraso en la germinación. El frío a destiempo está ralentizando el proceso y lo que debía estar listo en una semana tardará al menos dos. El ciclo comienza, así, con retraso, hasta principios del otoño todavía falta bastante, por lo que el retraso se puede recuperar.

De hecho, el año pasado, a causa de las altas temperaturas, el 5 de abril ya estaba plantada buena parte de la cosecha de maíz forrajero y en siete días ya había brotado.

Por contra, las precipitaciones mantiene alta la ocupación de los embalses. El de A Fervenza está al 83,5%, lo que es bastante. De hecho, en la misma semana del año pasado no llegaba al 76 %. Ese porcentaje es la media de los últimos diez años.

Los altos niveles ya vienen de finales del año pasado. En noviembre ya hubo un aumento y se ha mantenido el efecto meseta.

En Santa Uxía, el nivel está un poco por encima la mitad. Es del 55,56 %. La semana pasada era un 27,78 % más que en esta. En Fervenza también bajó algo con respecto a finales de abril, un 10 % menos.