Vecinos cansados «del otro portal de Belém»

b.r.s. VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

cedida

El vestíbulo de un edificio ubicado en el kilómetro cero de  la Navidad de Vigo acoge casi a diario a turistas que se avituallan y descansan a la entrada del inmueble

30 dic 2023 . Actualizado a las 01:13 h.

El éxito de la Navidad de Vigo es incontestable. La promoción turística ha surtido un efecto tan arrollador que los cientos de personas que llegan cada día a la ciudad desde otros puntos de la península, atraídos por el brillo de las luces led, acaban agotados y muchas veces sin saber dónde meterse hasta que llega la hora de partir en el autobús que los ha acercado a Vigo para volver a sus casas. Estampas como la que se aprecia en la imagen son habituales en los días de más trajín en el circuito navideño habilitado por el Concello. En el portal, ubicado en la calle Colón, a unos metros de la noria y del mercadillo Cíes Market, se juntan a menudo numerosos visitantes a descansar.

Los vecinos del inmueble situado en el meollo de la Navidad están resignados a sortear gente cada vez que salen o entran atravesando su exitoso vestíbulo dotado de cómodos escalones de mármol, jardineras-asiento en los laterales, profundidad para acoger a un gran número de individuos y un techo en el que guarecerse mientras hacen pícnic de invierno. «No es todos los días, pero sí los fines de semana. Y si llueve, la gente se resguarda aquí junto con los comensales reponiendo fuerzas y cuando se marchan, llegan los del botellón, que son los que lo dejan todo hecho un asco», lamenta Maribel, que recuerda especialmente el trasiego del viernes del puente de diciembre, festivo también en Portugal, en el que la ciudad quedó bloqueada ante la llegada masiva de turistas desde el país vecino. Algunos residentes en esta comunidad han planteado la posibilidad de instalar una verja exterior, pero es una propuesta de cara a otros años. Mientras tanto, esperan con paciencia a que se baje el telón y aguantan las molestias de residir en el kilómetro cero de donde vive la Navidad. «Es nuestro portal de Belém», señala con humor en la transitada vía inundada de destellos de colores.