El Casco Vello de Vigo se convierte en «botellódromo» en Nochebuena

La Voz VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

MICHA ZIELKE

La concentración masiva de gente llenó de basura la zona antigua pese a la prohibición de beber en la calle

26 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La Nochebuena fue un hervidero de gente en el Casco Vello de Vigo. Especialmente, la plaza de la Constitución y las escaleras de la concatedral. La huella de la juerga navideña se manifestó en forma de cascos de cerveza y vasos de diferentes formatos que contuvieron en algún momento bebidas espirituosas. Pasaron las horas, el botellódromo se vació y el bullicio se apagó. Pero las secuelas en forma de basura perduraron hasta que el servicio de limpieza hizo acto de presencia para barrer y baldear. Pura necesidad dado el incívico escenario.

En Nochebuena el botellón se manifestó en la plaza de las Constitución. No puede decirse que reapareciese, porque siempre ha estado ahí, pese a la prohibición. Lo habitual es que el personal se cite mirando a la ría, en la plaza de la Estrella, o en el perímetro del club náutico. Pero ayer, la acción social de beber en la calle codo con codo se concentró en la zona añeja de la ciudad. Varias personas orinaban al mismo tiempo en plena calle. El problema viene de lejos en lo referido al incumplimiento de consumir bebidas alcohólicas en la vía pública.

La plaza de A Estrela amaneció en numerosas ocasiones con el mismo rastro en forma de vasos, botellas, bolsas de hielo o colillas tras una noche de botellón a los pies del edificio de la Xunta. Pero la directriz prohibitiva del Ayuntamiento de Vigo va de la mano —al menos en esto sí— con el Gobierno gallego. El pasado mes, la administración autonómica anunció que multará a los concellos que toleren el botellón . En el caso de Vigo, sobre el papel está prohibido, pero la realidad a pie de calle es que en muchos fines de semana se practica.

El control de esta práctica social supone otro problema añadido a la política de recursos humanos municipal. En este caso no afecta a los bomberos, pero sí a la Policía Local. Los sindicatos denuncian que los turnos de fin semana son insuficientes para atender las emergencias y la seguridad en la primera ciudad de Galicia, y que acotar la práctica de botellones implicaría un refuerzo de los turnos imposible de asumir con la plantilla actual.