El proyecto de empatía del IES As Barxas de Moaña consigue el premio del salón internacional de innovación educativa

MOAÑA

cedida

Los escolares realizaron cortometrajes sobre los temas de actualidad más candentes

06 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La comunidad educativa del IES As Barxas de Moaña inicia el curso con premio. Su proyecto Empatía 360º ha sido seleccionado por el salón internacional de tecnología e innovación educativa (SIMO), organizado por Ifema Madrid como una de las catorce experiencias docentes innovadoras ganadoras de esta decimotercera edición de los premios, a la que concurrían más de doscientas. Ha sido premiada en la categoría de mejor experiencia de educación emocional y opta a los dos galardones especiales que se darán a conocer el 15 de noviembre durante la celebración del certamen.

Los protagonistas del proyecto abanderado por el instituto y la profesora de tecnología Luz Beloso Rodríguez son los alumnos de cuarto de la ESO. En colaboración con otros cursos y departamentos, los jóvenes han creado una treintena de cortometrajes, algunos de ellos de realidad virtual y otros de animación «para cambiar la huella que dejó la pandemia y que volvió al alumnado más aislado y con grandes dificultades para trabajar de nuevo en grupo». «Estos premios no solo reconocen la importancia de las buenas prácticas educativas, sino que también nos impulsan y nos llenan de ilusión como docentes», manifestó ayer Luz Beloso.

La profesora, que atesora numerosas distinciones en su trayectoria pedagógica, afirma que «este reconocimiento nos llena de gratitud y fortaleza ,a pesar de los desafíos que enfrentamos, como las elevadas ratios y la burocracia». «Nos hace creer plenamente en el camino que hemos elegido, el del arte como herramienta transformadora para cambiar el mundo desde la emoción y el corazón. Continuaremos trabajando incansablemente por un futuro mejor y más empático para nuestros alumnos del IES As Barxas», confirma la responsable del proyecto.

En este centro son veteranos ya en innovación tecnológica y audiovisual pero este año sumaron además los primeros cortometrajes de realidad virtual, en las que el espectador se vuelve parte de la trama en cuanto se pone las gafas.

Los propios chicos eligieron los temas, que van desde el bullying a la violencia machista, la homofobia, la salud mental o la soledad. «Al trabajar juntos en la creación de cortometrajes aprendieron a colaborar, comunicarse y resolver problemas, fomentando la empatía y el respeto mutuo. También les permitió expresarse y conectar con sus compañeros pero, sobre todo, ponerse en el lugar del otro», destaca Beloso.