Ester es la demostración de la constancia y del trabajo. Navarrete siempre ha sido una chavala muy seria y muy metódica trabajando y, aunque tuvo momentos en su vida en donde no tuvo toda la suerte que merecía, en los campeonatos ahora está obteniendo los frutos de muchos años de entrenamiento. Todo lo que ha conseguido ha sido a base de pico y pala.
Ester tiene un gran facilidad para correr, especialmente, en resistencia; también le acompaña un excelente espíritu competitivo, además de un gran espíritu de trabajo y de ser muy disciplinada.
Lo suyo es una evolución lógica que en cierta manera ya estaba prevista. Moverse bien en la pista, en el cros y en la ruta en la distancia de 10.000 metros es un bagaje que te sirve para dedicarte después a las distancias más largas. Por eso planteamos la opción de afrontar la media el año pasado.
El tema del maratón tiene otra historia. No se trata de querer dar el paso, porque su preparación no es la carrera en sí, sino los esfuerzos que requiere. Antes de afrontarlo, te tienes que plantear si tus condiciones de vida te permiten que entrenes, que puedas descansar lo suficiente y que te puedas cuidar. Si no tienes esas condiciones, no tiene sentido que lo prepares. En su caso, ahora se dieron las condiciones, ella asumió lo que implicaba y todo salió muy bien, porque entrenó de maravilla. Estaba convencido de que estaba para la marca que finalmente consiguió (2:24.40). Potencialmente, valía ese registro desde el momento que hizo 1:10.33 en el medio maratón.
Para el futuro, si sigue con ganas de entrenar, le queda recorrido por delante. Tras debutar con esta marca, a poco que evolucione, igual puede bajar dos minutos más; no sería nada raro, sino algo realista. Creo que está para cosas importantes.
Manolo Vigo es el entrenador de Ester Navarrete desde que tenía los 17 años