«Los escritores vemos Galicia como el lugar ideal para una novela negra»

david sánchez VIGO / LA VOZ

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El médico Antonio Pascual ambienta su libro «Sobre nuestra costa» en la ría de Vigo

27 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En las últimas décadas, Galicia se ha convertido en un escenario fetiche para los escritores de novela negra. «Tiene una historia residual de la época celta, tiempos nebulosos, sucesos para los que no se encuentra explicación... Son elementos que casan muy bien con el misterio», explica Antonio Pascual, vigués de nacimiento y vecino de Gondomar. Su primera novela, Sobre nuestra costa (editorial Círculo Rojo) cuenta la historia de un periodista que vuelve a su ciudad natal, Vigo, e intenta desvelar la verdad sobre una trama que incluye asesinatos, desapariciones y también romance. «Los escritores, cada vez más, vemos Galicia como el lugar ideal para ambientar nuestras historias», comenta.

El estilo de Pascual bebe de la prosa de Domingo Villar, con quien confiesa que se inició en la novela negra. «Es quien me inspiró más para comenzar a escribir», reconoce. Con la literatura le une un vínculo muy estrecho, ya que su madre es filóloga. «Ella me inculcó la pasión por las novelas de Gabriel García Márquez», asegura. Su prosa, salvando todas las distancias, también intenta beber de la del colombiano. Gabo recurría a sucesos de la vida cotidiana y les daba forma para adaptarlos a su historia, moldeando realidad y ficción. Pascual se fija en esta técnica. «Muchas de las cosas sobre las que escribo son extraídas de mi vida o de las cosas que ocurren a mi alrededor», explica. A veces, no necesita más que la lectura atenta de lo cotidiano para que se encienda la bombilla de la creatividad.

Otro de los imprescindibles en la librería de Pascual es La verdad sobre el caso Harry Quebert, el best seller de Joël Dicker. «Sus historias, inspiradas en New Hampshire guardan mucha simetría con esta otra costa atlántica», comenta el autor. Así han surgido algunas de las mejores ideas para su escritura. El litoral gallego reúne las condiciones perfectas para dejar que la inspiración llame a la puerta. «Cuando estoy en Galicia suelo ir a Cabo Udra, y me tumbo en la arena mientras escribo en la aplicación de notas del móvil cosas que luego plasmo en papel», explica.

El caso de Antonio Pascual tiene mérito añadido. Además de su faceta literaria, trabaja como médico residente en el Hospital Clínico de Madrid. Por si fuera poco, destina también algo de su tiempo al atletismo, una disciplina que lo coronó en el 2012 como campeón gallego de 5.000 metros lisos. «Es complicado coordinarlo todo, pero cuando tengo un día libre intento dedicar siempre una hora a mis escritos y otra hora a aprender idiomas», afirma. Con todo, consigue sacar algún hueco en su agenda para entregarse a la lectura, ya que es de los que piensan que a escribir se aprende leyendo. Él, como autodidacta, lo puede corroborar.

En la actualidad está inmerso en la escritura de su nuevo libro, sobre el que no quiere avanzar demasiado, pero asegura que volverá a situarse dentro del género de novela negra. «Tratará de temas de bastante actualidad que han generado mucha preocupación en Galicia», adelanta. Con el mejor de los pronósticos, la publicará en septiembre del año próximo, cuando termina su residencia en el hospital. Será una especie de carrera de fondo, ya que deberá que redactar su tesis al mismo tiempo.

«A la hora de escribir, lo más complicado es saber cómo enganchar al lector de principio a fin», admite el joven. Para conseguir que los ojos no se despeguen del papel, Pascual juega con la tensión, incrementando el ritmo a medida que el investigador avanza en sus pesquisas. Así, la narración va in crescendo y se convierte, como mandan los cánones, en la mayor aliada de la novela negra. El escritor ya ha observado sus frutos. «Me han llegado comentarios de gente que leyó Sobre nuestra costa que aseguran que devoraron el libro», destaca.

Aunque espera la publicación de su próxima novela con ilusión, Pascual reconoce que el mundo editorial no es un camino de rosas. «Estaría bien que se ayudase más a los autores noveles, así como se apoyan muchas otras propuestas culturales», admite. Publicó Sobre nuestra costa de la mano de la editorial Círculo Rojo, y le gustaría que hubiera más iniciativas para que los novelistas primerizos pudiesen sacar a la luz sus trabajos.

Con un ritmo de trabajo como el suyo, desconectar parece una tarea imposible. Sin embargo, Antonio Pascual ha descubierto un método práctico, a la par que radical. «Viajo a sitios donde no tengo servicio de roaming, así me obligo a no estar pendiente del teléfono», revela. Busca el retiro en lugares alejados, frondosos, donde la cobertura se pierde entre masas de vacío. Lo que podría ser el escenario de una de sus novelas negras se convierte, curiosamente, en su mejor vía de escape.