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Relevancia de la saga de patrones vicedenses en aguas del banco canario-sahariano

José Pino

PESCA Y MARISQUEO

El Aquilina, bou gaditano del armador Manuel Veiga, fue estrenado por Pepe López Parapar en caladeros africanos. En 1966 fue adquirido por Pescanova y renombrado Mos
El Aquilina, bou gaditano del armador Manuel Veiga, fue estrenado por Pepe López Parapar en caladeros africanos. En 1966 fue adquirido por Pescanova y renombrado Mos LOB 1964

31 mar 2024 . Actualizado a las 09:47 h.

Tras el paso de los antiguos técnicos de pesca de O Vicedo por los viejos arrastreros de vapor movidos por carbón primero y fuel después, importados de Europa (trawlers) y que habían convergido en el puerto de Cádiz proveniente de sus anteriores bases de Barcelona, Coruña, Vigo, Pasajes y Sevilla, tocaba a la siguiente generación adaptarse a la modernización de barcos y artes. De los lentos, pesados y poco maniobrables bous de finales del XIX y principios del XX donde Eliseo Fernández y Eugenio Fernández «Borne» habían creado escuela, recordemos que la estirpe de patrones de pesca era una élite de escogidos, donde por ingresos y la posibilidad de dar acceso al trabajo a una clase obrera muy necesitada en aquel tiempo, eran muy aclamados. Se pasaría en la siguiente generación a una clase de patrones de pesca que constituyen los «técnicos bisagra» del fuel a los modernos motores diésel, los bous de grandes esloras, manejables y muy capaces, de potencias de tiro al arrastre que revolucionan las dimensiones de las redes y maniobras más rápidas, todo ello lleva aparejado más y mejores capturas.

Los hermanos López Parapar, sobrinos de los Parapar Iglesias serán parte de la última hornada de sagas vicedenses de patrones de pesca del bou, antes de la última generación de los patrones modernos que tras foguearse en los bous triunfaron conquistando las aguas gransoleras con las últimas tecnologías de teledetección, control sincronizado, redes de material ultramoderno y diseños de simulador.

Amancio López Parapar

Amancio López Parapar (1934-2002). Pasa por ser el más conocido de los hermanos «Mariñaos» gracias a una extensa hoja de servicios, recorriendo un amplio ámbito de caladeros, desde África a Gran Sol incluyendo Argentina con la compañía onubense Álvarez Entrena. Amancio empieza al mar en O Barqueiro con 15 años, a partir de 1952 recorre los bous gaditanos a las órdenes de sus tíos Benigno, Modesto y Paco Parapar hasta que este último le da la alternativa en 1957 con un relevo de patrón a sus 23 años en el Pedreña.

Era un profesional muy instruido, ávido lector y muy cumplidor, mandará los bous de Canosa, de Roura y un año el bacaladero Costa Canadiense de Ojeda que ante el fallo de bacalao en Terranova fue enviado al banco canario-sahariano, también mandará en 1963 uno de los cuatro colosos de la Copiba, el Puerto de Fontefría (1949, 64 metros, 970 TRB) adquirido por la compañía Coboco y destinado a la corvina en Cabo Blanco.

En 1965 será también patrón en Pescanova al mando del Ulla, uno de los arrastreros de la flotilla del Galicia en Villacisneros. En la década de los 70/80 ostentará el mando de arrastreros gransoleros con base en Coruña: Tucana, Enxebre, Jomar, Corcón… Incluso dio mareas en palangreros de Celeiro para la armadora Minchos S.A. Murió joven tras una larga vida de mar.

José López Parapar

José López Parapar (Vicedo 1938). De todos los patrones nombrados Pepe López es el único que vive a día de hoy, pasa por ser un hombre de carácter sosegado, con la tranquilidad que da en el cargo un control absoluto de la situación y de resultados muy constatable, un buen pescador. Fogueado como segundo de Benigno en el Docampo pasó al mando del Santa Adela. Su buen hacer le lleva a recibir el encargo en 1963 del estreno del Aquilina (40 metros, 350 TRB), un moderno bou gaditano del armador Manuel Veiga construido en los bilbaínos Astilleros Celaya con su gemelo el Virgen María Auxiliadora, estos barcos habían salido con una innovadora bodega para dedicarse a producto combinado fresco-congelado que no dió los resultados esperados en su rentabilidad.

Dos arrastreros iguales

En 1965 dos compañías de Arrecife encargan en Vigo a Enrique Lorenzo y Cia. dos arrastreros iguales, el Roque del Este y Roque del Oeste (43 metros, 358 TRB) el estreno del primero, su armamento y equilibrado correrá a cargo de Pepe López con destino a caladeros surafricanos.

Antes de su retiro pescaría en aguas argentinas en el abanderado Arcos (1969, 106 metros, 2.396 TRB) y cerraría ciclo en los arrastreros gransoleros coruñeses.

Manuel López Parapar

Manuel López Parapar (1935-2019). El más obstinado de los hermanos o el triunfo como pescador por «cabezonería», insistente y constante tiene un historial muy parejo al de su hermano Amancio pero menos extenso. Empezó a la mar también en O Barqueiro en 1952 y en 1960 figura al mando del Costa Catalana coincidiendo con Amancio en el Costa Canadiense, y tras pasar por el Juan y el Guimerá, en 1963 sale al mando de otro de los Copiba en el banco canario, el Puerto de Navacerrada, hay que recordar que estos grandes bous fueron construidos para rivalizar con la PYSBE y que eran unidades de gran capacidad de carga, la responsabilidad de su funcionamiento y pesca eran labores muy comprometidas para la época, ese año dos de ellos iban mandados por los dos hermanos mayores López Parapar. En 1964 pasa al bou diésel de gran eslora Docampo para sustituir a su tío Paco Parapar. Será también patrón de Pescanova antes de su retiro al mando del mítico Lemos (el primer congelador español) en aguas de Camerún al langostino.

Ignacio Vizoso Baltar

Ignacio Vizoso Baltar (Vicedo, 1929). Su inteligencia para el cargo y su demostrada vocación hizo que fuese conocido por sus compañeros como «Náutico». Empezó en 1943 en la bajura de O Barqueiro hasta que se lo llevó Francisco Vilasuso al bou Inasi, un viejo trawler inglés de 1918 en el que Ignacio acabaría siendo su patrón de pesca durante muchos años. En 1965 estrena el rampero Adara (52 metros, 740 TRB) de Pesquerías Suratlánticas S.A. en Sudáfrica, al año siguiente pasa al Avior (56 metros, 765 TRB) de la misma armadora. Cuando los dos ramperos fueron enviados a Terranova, Ignacio pasó al moderno bou diésel vigués Puente de la Ramallosa donde hizo una labor muy efectiva. En sociedad con Regino Vilasuso se convirtieron en armadores de un arrastrero clásico del banco canario-sahariano, el María del Mar Franco (Aniceto y Ojeda 1976) exportado a Mauritania continua en activo con el nombre de Zora.

Regino Vilasuso Armada

Regino Vilasuso Armada (Bares 1928). Aunque no era del Vicedo, Regino figuraba en el cuadro de reconocidos patrones de pesca 1958/59 del puerto de Cádiz donde estableció su vida. Fue un hombre muy vinculado a la flota que los Astilleros Santodomingo de Vigo tenía en el caladero canario, empezó de marinero en 1949 en la pareja Pachón-Podenco, pasó a contramaestre y en 1953 estaba al mando de dicha pareja, antes de pasar a la María Uriza-El Comendador de mayor porte.

De patrón de pesca estuvo en los bous Santa Adela, Canosa y José Ignacio, fue de los primeros técnicos de pesca mariñanos en mandar rambleros, se retiró en el Casiano Villar Pazo (1969, 59 metros, 926 TRB) de Friopesca S.A. debido a sus afecciones coronarias donde fue relevado por su vecino José Pérez Pillado.