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La industria española denuncia que Polonia trata de bendecir una técnica peligrosa para ahumar el salmón

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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Mario Anzuoni | REUTERS

Apelan a los eurodiputados para que voten a favor del acto delegado que impide que se permita almacenar más allá de 96 horas productos sometidos a stiffening, un proceso de enfriado a -9 o -11 grados, que la industria polaca alargaba hasta tres meses

10 abr 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

La Asociación Española de Fabricantes de Productos de la Pesca Ahumados (Anapa) ha hecho una llamada de atención a los europarlamentarios para tratar de impedir que Polonia obtenga el beneplácito legislativo para una técnica que, aseguran, supone un riesgo para la seguridad alimentaria.

La normativa comunitaria obliga a almacenar los productos de la pesca congelados a -18 grados o menos, pero para algunas especies que se someten a un ahumado se permite una excepción, que es el stiffening, un proceso de enfriado a -9 o -11 grados centígrados, por ejemplo, que facilita el fileteado de las piezas, pero en el que solo pueden permanecer un tiempo «tan corto como sea posible». Y en esa indefinición empezó el problema.

Aunque el stiffening lo emplean tanto los españoles como los polacos, fábricas de este último país, según detectó una auditoría realizada por la Dirección General de Salud (DG Sante) de la Comisión Europea, tenían almacenados productos a -11 grados por períodos de hasta tres meses. Eso constituye, según Anapa, «un grave riesgo para la seguridad alimentaria y el manejo de la Listeria monocytogenes pues tiempos tan prolongados requieren una congelación a -18 para su almacenamiento, nunca en stiffening». 

Tampoco al Ejecutivo comunitario le pareció que tres meses fuese un tiempo «tan corto como sea posible», por lo que decidió precisar, a través de un acto delegado y tras consultar con la patronal europea del sector, cuánto es ese plazo en el que un pescado puede estar en stiffening, marcando ese período en 96 horas. Ese acto, según Anapa, «procede de un riguroso debate técnico durante meses, participado por las autoridades nacionales de seguridad alimentaria, y que fue aprobado por el grupo de trabajo en la DG Sante. Contó, además, con el apoyo mayoritario de los países de la UE. Todos, salvo Polonia. 

Presión polaca

Pero la industria polaca no se arredró con esa mayoría y, siempre según el relato de la patronal española, trató de parar ese acto delegado a través de sus europarlamentarios, que llevaron una moción para paralizar su entrada en vigor y evitar ese límite de 96 horas.

La ofensiva polaca cayó por dos votos en la Comisión de Medio Ambiente (ENVI), pero ni así desistieron de su empeño y lograron que el Partido Popular Europeo presentase una moción para permitir el stiffening más allá de las 96 horas. Se votará este jueves y la industria española está inquieta porque, de prosperar, la reputación del sector quedará en entredicho, pues se «pondrá en riesgo a todos los consumidores europeos» al permitir que se almacene producto sin congelar más de 3 meses.

Anapa apela a los eurodiputados para que apoyen el acto delegado y sospecha que Polonia quiere evitar tener que poner producto descongelado en sus ahumados.