Los rectores gallegos ven «efectos perversos» en la reforma de Wert

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns RÍO DE JANEIRO / ENV. ESPECIAL

SOCIEDAD

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, inauguró el encuentro universitario.
El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, inauguró el encuentro universitario. Marcelo Sayão < / span>efe< / span>

Piden «tiempo de reflexión» antes de cambiar la duración de los grados

29 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los rectores de las tres universidades gallegas, que se encuentran en Río de Janeiro (Brasil) participando en un encuentro internacional impulsado por Universia, el proyecto para educación superior del Banco Santander, valoraron ayer como precipitado, inoportuno, confuso y unilateral el borrador del decreto para la reforma de la universidad que les acaba de presentar José Ignacio Wert.

Se refieren en estos términos y sin fisuras a las formas, y parcialmente al fondo del mismo, porque el ministro de Educación les ha dado escasas seis semanas para realizar aportaciones a un texto con cambios de calado, como la posibilidad de que las universidades comiencen a implantar voluntariamente grados de tres años en vez de cuatro, que se complementarían con dos cursos de máster.

El coruñés Xosé Luís Armesto se muestra especialmente decepcionado y desconfiado hacia la reforma que anuncia el Gobierno, un tema «serio» que requiere «reflexión e diálogo» para evitar caer en los errores cometidos en la adaptación al sistema educativo europeo, que consagró los grados de cuatro cursos y un año de máster. Con más o menos aciertos, la apuesta de «catro máis un», dice Armesto, fue una elección que obligó a corregir problemas históricos de las universidades, como la masificación o el alejamiento social por la falta de formación práctica, cuestiones que se encauzaron y cuyos resultados «aínda temos que analizar». Este ve «efectos perversos» en la reducción de tiempo de los grados y muchas sombras de duda sobre su implicación en la financiación pública o en la posible «desvalorizacion» de grados, que se complementarían con másteres de «prezos elevados», que derivarían en la «evidente» exclusión de jóvenes con menos recursos.

El compostelano Juan Viaño recuerda que hace una década, como decano de Matemáticas, apostó en distintos foros de decisión por la fórmula de «tres máis dous», por entender que se ajustaba mejor al modelo europeo, pero no comprende que ahora se proponga a las universidades la posibilidad de cambiar de nuevo de modelo y de estructuras que aún podrían considerarse en fase de prueba en la mayoría de las titulaciones. «É o momento de valorar o que temos e non de facer cambios», asegura el catedrático de la USC, quien considera que la propuesta de Wert genera confusión a una sociedad que «non vai entender» que coexistan en una misma institución grados de tres, cuatro y cinco años.

Esfuerzo inútil

El rector de Vigo también se muestra contundente ante el último «despropósito» de Wert. «Tarde piaches -dice Salustiano Mato- e máis despois do esforzo económico, de talento e de todos os sinsabores que nos deixou a adaptación a Bolonia». Advierte que si se lleva a cabo el decreto significará la desvertebración definitiva de la educación superior en España: «Devolver a autonomía ás universidades non era isto», comenta el vigués.

Más tibio se ha mostrado el rector de Zaragoza, Manuel López, presidente de la conferencia de rectores españoles y también presente en el encuentro de Río de Janeiro. «Lo que se aborda tiene buena intención, pero no es ni una aproximación a la reforma del sistema». Coincide con sus colegas gallegos en que todo se ha planteado de forma apresurada, pero de forma genérica ve oportunidades en las cuestiones planteadas, para las que ya prepara aportaciones que estarán encima de la mesa del ministro antes del 15 de septiembre, la fecha límite que ha puesto Wert para que se apaguen las llamas del debate y se fijen los textos de la reforma universitaria.