«The Crown», punto y final

Beatriz Pallas ENCADENADOS

PLATA O PLOMO

14 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Acaba The Crown sin hacer honor a su privilegiado estatus entre la realeza de las series y las grandes producciones para televisión y, aún así, sigue estando entre lo mejor que se puede encontrar en el catálogo de las producciones actuales. Superado el trance incómodo de la tragedia de Diana de Gales y su fantasmagórica presencia, la ficción logra remontar un poco el vuelo en sus seis episodios finales para despedir a la monarca más longeva con una respetuosa reverencia hacia su figura. La salva como protagonista de esta historia y la sitúa como figura ejemplar y coherente, que hizo ver que reinar era para ella un don natural en medio de una familia falible y cargada de defectos. De camino, recrea el auge y caída de Tony Blair e importuna a los Middleton por sus maniobras para casar bien a su hija.

La mayor virtud del adiós de The Crown es el de haber salido a tiempo, sin extenderse más a lo largo de las casi dos décadas que todavía le quedaban a Isabel II. El fundido en negro llega cuando ella misma se considera todavía en la flor de su vida y deja a sus herederos bien situados. Si la serie incomodó en palacio en sus primeras temporadas, en este colofón se redime colocando las historias de amor de los reyes Carlos y Camila y de sus sucesores, Guillermo y Kate, a la altura de una dulce comedia romántica.