«The Idol», la serie más vilipendiada de la temporada

B.C. MADRID / COLPISA

PLATA O PLOMO

GUILLAUME HORCAJUELO | EFE

Es una de las más vapuleadas en tiempo por la crítica especializada y el gran público

29 ago 2023 . Actualizado a las 17:29 h.

The Idol, la serie más polémica del momento, una de las más vapuleadas en tiempo por la crítica especializada y el gran público, es una de las últimas propuestas que se ha estampado tras su estreno. Sin duda, no deja indiferente. La esperada nueva serie de Sam Levinson, el creador de la aplaudida Euphoria, ha sido acusada de sexista y ridícula, entre otras lindezas. La primera temporada está disponible al completo en HBO Max, con cinco episodios emitidos semanalmente. En un principio se anunciaron seis capítulos, de ahí que el recorte haya alimentado la controversia. En la balanza parece que vencen las fobias frente a las filias, pero no deja de ser un proyecto sumamente extravagante en cuyo reparto principal están implicados Lily-Rose Depp, la hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis, y el músico Abel Tesfaye, alias The Weeknd. Ambos intérpretes son la cara y la cruz de la propuesta. Mientras ella es capaz de transmitir emociones, su partenaire en la pantalla, el cantante, echa por tierra cualquier atisbo de seriedad. The Idol busca retratar el mundo del show business, con una cantante de éxito como personaje central que va camino de convertirse en un juguete roto. Depp encarna a Jocelyn, un cruce sensual entre Miley Cyrus y Britney Spears. La talentosa actriz es un portento físico y dramático. Da vida a una protagonista impredecible, traumatizada por un existencia artificial donde la verdadera amistad no existe.

Temas tan desagradables como la toxicidad emocional o la manipulación psicológica están sobre la mesa. El mundo de la farándula está lleno de arribistas, engreídos y traidores, generalmente con más mala uva que buena educación. Las drogas están ahí, el sexo desbocado y los parásitos también. El contradictorio e inconexo quinto y último episodio de la serie más vilipendiada de la temporada se antoja un montaje apresurado de las dos últimas entregas. Como si las hubieran fusionado para ahorrar tiempo, desconcertando a la audiencia.

Visualmente atractiva, refleja una sociedad en descomposición. El irregular casting empaña sus singulares virtudes.