Las charlas sobre ocio nocturno en Santiago que pueden evitar que los adolescentes acaben detenidos se extienden a vecinos, padres y universitarios

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

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El policía local de Santiago Martín Camba, durante la charla en el IES Arcebispo Xelmírez I
El policía local de Santiago Martín Camba, durante la charla en el IES Arcebispo Xelmírez I Sandra Alonso

La iniciativa es pionera en Galicia y ha llegado a 2.550 alumnos de todos los institutos de la ciudad

23 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La Policía Local de Santiago ha sido pionera en Galicia en impartir charlas para mostrar a los estudiantes de instituto los riesgos que puede conllevar salir una noche de copas o hacer botellón. La iniciativa comenzó el año pasado de la mano del entonces concejal de Seguridade Cidadá, Gonzalo Muíños (PSdeG), y el nuevo edil del departamento, Xan Duro (Compostela Aberta), no solo la ha mantenido, sino que la ha extendido y esas reuniones informativas también se dirigen ahora a los vecinos de las zonas tensionadas por la movida, como el Ensanche, las asociaciones de padres y los universitarios.

El agente encargado de dar las charlas, Martín Camba, con 21 años de servicio y trece en el turno de noche, ya ha pasado por todos los institutos de la ciudad, algunos en más de una ocasión, y se ha reunido con 2.550 alumnos de cuarto de la ESO, Bachillerato y Formación Profesional (FP). También con otros 200 de los colegios mayores San Agustín, Xelmírez, Arosa y la residencia General Barroso y con los vecinos del Ensanche, en una iniciativa en la que la misión era difícil porque es en esta zona de Santiago donde más perjuicios ocasiona la actividad de pubs y discotecas. Hubo lleno total, buena prueba del interés que la cuestión suscita.

Para hoy está previsto celebrar en el centro sociocultural del Ensanche la charla con las asociaciones de padres. El objetivo es atajar el problema desde todos los frentes «porque en la noche hay un choque de intereses entre los vecinos, las personas que salen y quieren disfrutar de su ocio y la hostelería. Es muy difícil y hay que aplicar el sentido común, la mano izquierda, el respeto y la empatía», explica Camba.

Los últimos en recibir esta formación han sido 75 alumnos de Bachillerato y del segundo curso del ciclo de Vídeo Disyóquey y Sonido del IES Arcebispo Xelmírez I. El contenido es didáctico, práctico y dirigido a saber cómo actuar en situaciones reales que se dan cada noche de movida. Por ello, el nivel de atención es muy superior al de una clase y la participación es altísima, con muchas y muy buenas preguntas de los alumnos.

Hay un breve recorrido por las normas autonómica y municipal que regulan el ocio nocturno, pero lo que de verdad interesa es advertirles, desde una perspectiva realista, de los límites que nunca pueden sobrepasarse. Por ejemplo, no falsificar el DNI para simular que se es mayor de edad. «Es delito de falsedad documental y tiene consecuencias. No lo hagáis, porque si os condenan podéis tener problemas para presentaros a unas oposiciones, para trabajar o para ir de visita a EE.UU.», explica el agente. Tampoco es legal dejarle el carné a un amigo . «También es delito, tuyo y del que te lo preste», responde el policía a preguntas de un alumno. «No hipoteques cinco años de tu vida por esto», les aconseja.

Un manual para saber qué hacer y qué no en un botellón o si un amigo quiere conducir borracho

La información que reciben los jóvenes en estas charlas sobre ocio nocturno son un auténtico manual de supervivencia que busca, desde el pragmatismo de saber que los chavales salen de noche y beben alcohol, evitar que cometan errores graves que puedan suponerles una dura multa, una detención o un accidente que les ocasione heridas graves o incluso la muerte.

El botellón es uno de los mayores peligros y el policía local que imparte estas charlas ha identificado siete situaciones de riesgo. La primera son los hurtos, ya que estas concentraciones en las que el alcohol y el barullo hacen descender el nivel de atención son propicias para que desaparezcan móviles o carteras. La segunda es la posibilidad de sufrir un coma etílico. Y llegados a este punto el agente Camba echa mano de un kit de lavado de estómago que pone los pelos de punta a los alumnos cuando ven el carbón que, mezclado con agua, les meterán en el estómago y la sonda gástrica con la que les retirarán el alcohol ingerido.

Las peleas son otro de los peligros del botellón. Y en la charla se advierte a los jóvenes que no importa quién la empiece «no se responde a una agresión con otra». El vandalismo también aumenta en las noches de movida, como las agresiones sexuales y las lesiones por caídas. «Es muy importante ver dónde termina la broma y empieza la tontería», explica el agente, que relata un caso real de una joven a la que una amiga metió en un contenedor de basura y la tiró por la cuesta de la Camelia. «Se dio con una barandilla y se abrió la cabeza, lleva cuatro operaciones y no quedará bien», añade.

El mayor peligro son los accidentes de tráfico, porque la posibilidad de muerte es muy real. «Si un amigo ha bebido y quiere conducir, le hacéis un favor si llamáis a la policía», aconseja Camba a los jóvenes.