Las talas forestales tras una parcelaria en Dodro destrozan la ruta Pensa Nao, que las madereras deberán reparar

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

DODRO

Apatrigal

Denuncian trabajos sin control arqueológico en el entorno del Petróglifo da Devesa

27 feb 2024 . Actualizado a las 05:05 h.

La ruta senderista y patrimonial Pensa Nao, que ofrece un recorrido circular por espacios naturales, petroglifos y un castro de Dodro, está intransitable por los daños ocasionados por los vehículos de alto tonelaje que trabajan en la zona para recoger la madera que se está talando antes de que concluya el proceso de concentración parcelaria Dodro-Laíño II., que afecta a 454 hectáreas de terreno de las parroquias de Santa María de Dodro y San Xoán de Laíño.

El proceso para la retirada de la madera terminará el 23 de marzo, fecha a partir de la cual las empresas que están trabajando en la zona para talarla y recogerla deberán recuperar las pistas y la ruta, según el compromiso alcanzado con el Ayuntamiento de Dodro después de que acordasen, con apoyo vecinal, ampliar la fecha límite de estos trabajos, que inicialmente deberían haber terminado a finales de diciembre. «Se non cumpren o acordado iniciaremos medidas xudiciais», avanzó ayer el alcalde de Dodro, Xabier Castro (PSOE), que señala que las prisas para la retirada de la madera y las fuertes lluvias están agravando los daños en la zona, que considera inevitables para poder realizar estas tareas que los propietarios deben acometer antes de recibir el terreno concentrado.

Esta opinión no la comparte Xoán Xosé Vicente, portavoz del partido Unidade Veciñal de Dodro, que en el pasado mandato cogobernó con los socialistas y que en el actual le dio su apoyo a Castro para que revalidase la alcaldía sin entrar en el gobierno. Vicente, que también es miembro de la asociación patrimonial Apatrigal, señala que los trabajos de tala y retirada de los árboles se están realizando sin control y afirma que afectaron al entorno del conocido como Petróglifo da Devesa, con huellas que confirman el paso de maquinaria pesada. La zona, afirma, debería haberse señalizado convenientemente, además de protegerla mediante una supervisión arqueológica para evitar daños al petroglifo o a otros restos que pudieran haberse localizado.