Los niños que padecen cáncer recibirán los beneficios del concierto del 5 de abril de la tuna de Derecho

La tuna de Derecho de la USC ofrecerá el próximo 5 de abril un concierto único para presentar su trabajo Ruela 8. Es el resultado de «diez años de trabajo intenso entre el 2013 y el 2023», explica Sebastián Fernández, su director musical desde el 2017. Sebastián está vinculado a la agrupación musical desde mucho antes, pero en el 2017 asumió una dirección que «dio un giro al trabajo de la tuna. Creo que, seguramente, en algún momento actué con mano dura, pero también pienso que mis compañeros vieron los beneficios de ese trabajo duro, y espero que lo entiendan». A día de hoy, «los estudiantes de la Universidade que quieren entrar en una tuna universitaria solo tienen la opción de la de Derecho. Hay otras, pero son de veteranos, que hacen un buen trabajo, pero no es lo mismo», señala Fernández. El director musical se siente especialmente satisfecho del resultado de Ruela 8: «Incluye diez canciones, entre las que curiosamente no hay ninguna con pandereta, que es el instrumento más representativo de las tunas universitarias». Las canciones, indica, «fueron escogidas entre todos y grabadas a lo largo de diez años. Son de diferentes países, de aquellos a los que fuimos a tocar a lo largo de ese tiempo. Hay piezas de Colombia, Perú, México, y también una polca gallega instrumental, y Ruada, que es un poema en gallego de García Lorca al que le pusimos música». Este cedé está a la venta «por medio de nuestras redes sociales y también lo estará el día del concierto», pero es importante destacar que «los beneficios del concierto del 5 de abril se destinarán a la Asociación de Ayuda a Niños Oncológicos de Galicia (Asanog)». Explica Fernández que, en la creación del disco, «del que estamos orgullosos, participaron 20 personas. Algunos miembros de la tuna y otros, por razones de trabajo, solo participaron en la grabación». No escatimaron esfuerzos personales y se rodearon de un equipo «de profesionales de primer nivel», apunta. Los integrantes de la tuna asistieron a clases de percusión con Leonel Aliaga: «Nos enseñó las bases de los ritmos en las congas, bongos, maracas, cencerro». Y con Miro Moreira: «Nos dio muchas sesiones de técnica vocal durante un par de años». Los arreglos corrieron a cargo de Mario Cabuche, «que tiene más de 10 años de experiencia en los estudios de Sony Music». El encargado de la grabación fue Fernando Campos, en Edisco Recording Studios, en A Estrada, donde «grabaron María do Ceo, Leilía, Treixadura y Paulina Rubio, entre otros». Sebastián Fernández llegó de Chile en el 2007 para estudiar con una beca en la Universidade de Santiago, donde cursó magisterio musical. Es conocido por su labor musical al frente de las aulas de la tercera edad y por dirigir las corales de A Rocha Vella y de Vite, además de por impartir clases en la escuela de música Alllegro.

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