El Consorcio de Santiago restaura el retablo de la capilla de San Roque, en Lavacolla

La Voz

SANTIAGO

La obra de la parroquia de Sabugueira está muy afectada por la humedad y las polillas

17 oct 2014 . Actualizado a las 19:01 h.

El Consorcio de Santiago inició a principios de octubre la restauración del retablo mayor de la capilla de San Roque de Sabugueira, en Lavacolla, muy afectado por la humedad y las polillas. La intervención, que cuenta con un presupuesto de 14.507,90 euros, se prevé que esté finalizada antes de que concluya el año.

María Dolores Lago Arce e María Isabel Vázquez Rodríguez, las restauradoras del proyecto, aclaran que su estado «é moi deficiente» y que, incluso, su cuerpo superior se desplazó hacia un muro. La obra, que incluye una pequeña talla de madera de San Roque vestido de peregrino -también, muy deteriorada-, sufrió a lo largo del tiempo mutilaciones o la desaparación o incorporación de algunos elementos.

Con estos trabajos se busca que el retablo recupere su solidez estrutural y la policromía del conjunto, manteniendo la coherencia estilística. «No corpo orixinal as cores están escurecidas polos vernices e ocultas parcialmente por repintes, cos detalles que se quixeron destacar dourados á auga. Na parte do retablo correspondente ao século XIX destaca unha escea da vida do santo, aínda que está moi cuberta polo verniz. E a policromía orixinal da imaxe de San Roque está tapada por sucesivos repintes», señalan las restauradoras.

María Dolores Lago Arce e María Isabel Vázquez Rodríguez también ponen el foco en que en el lugar había inicialmente una pinturas murales, escondidas ahora bajo el cemento. «Temos comprobado que anteriormente ao retablo houbo pinturas murais que agora se atopan case na súa totalidade ocultas por un morteiro de cemento que se aplicou a toda a igrexa. Tamén detrás dunha das credencias atopamos os restos dunha policromía sobre morteiro moi deteriorada», inciden.

La capilla barroca donde se emplaza el retablo está situada al pie del Camino Francés. Tan solo se abre al culto una vez al año, coincidiendo con la festividad de San Roque.