La iglesia de Iria cumple 300 años

Uxía López Rodríguez
uxía lópez PADRÓN / LA VOZ

SANTIAGO

La parroquia padronesa celebra la reedificación del templo con la restauración de una imagen y un retablo

28 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La iglesia de Santa María de Iria, en Padrón, acaba de conmemorar el tercer centenario de la reedificación de la antigua colegiata, en concreto de la nueva planta y alzado del templo. Hace 300 años, las obras pudieron realizarse gracias a las aportaciones económicas de los vecinos, de los fondos del propio Cabildo y, sobre todo, del mecenazgo del arzobispo compostelano Antonio de Monroy.

En el proyecto de reedificación participaron los arquitectos compostelanos Diego de Romay, fray Gabriel de las Casas y Domingo de Andrade, junto al maestro de obras Pedro García, al que el cabildo iriense le contrató la realización de la nueva construcción.

Y fue el arzobispo Monroy quien el 8 de agosto de 1714 bendijo la nueva iglesia, que sustituyó al anterior templo medieval, ocupando prácticamente la misma tierra. El escudo de armas de este prelado benefactor puede verse en el muro exterior de la capilla Mayor, en la cabecera de la iglesia.

En el contexto del tercer centenario, la iglesia está en obras de restauración, en concreto, el retablo de la Virgen de Belén, situado en la capilla del Sagrario, más conocida entre los feligreses como capilla de Belén, y que data del último tercio del siglo XVIII.

Las obras de rehabilitación del retablo, realizadas por personal altamente cualificado, comenzaron a a principios del mayo y se prolongarán hasta finales de octubre, con un coste aproximado de 24.000 euros, a los que hay que sumar otros trabajos que no realiza la empresa contratada y que, en total, suman en torno a 40.000 euros, según informa el cura-párroco de Iria, Roberto Martínez.

Con esos fondos se restauró, además, la imagen de la Virgen de Belén, de gran arraigo en la parroquia desde hace más de 300 años y que fue expuesta para su veneración de los fieles el pasado 24 de agosto, coincidiendo con el día de su festividad. Esta imagen tiene gran devoción entre los feligreses de Iria que, a través de donativos, sufragaron en su totalidad las obras de restauración tanto de la imagen de la Virgen de Belén como del retablo de la capilla.

Junto con la restauración de ambas piezas en el tercer centenario de la reedificación de la iglesia de Iria, que fue colegiata hasta el año 1851, el cura párroco quiere celebrar diversos actos conmemorativos para que esta fecha «non pase desapercibida» dada su importancia para la parroquia.

La iglesia de Iria se sitúa en el último tramo del Camino Portugués, al igual que el cementerio, por lo que es visitada a diario por cientos de peregrinos. De su importancia habla que fue sede episcopal durante cinco siglos y es uno de los lugares más significativos de la tradición jacobea.