El abrazo de dos generaciones de Brasil

QATAR 2022

Abedin Taherkenareh | EFE

Neymar y Vinícius, ambos con un gol y una asistencia, fueron claves ante Corea

05 dic 2022 . Actualizado a las 22:11 h.

Brasil superó con comodidad y mucha samba a Corea del Sur. Apenas hubo lugar para la intriga. En apenas siete minutos, los sudamericanos ya estaban por delante. Vinícius firmó su primer gol en el Mundial de Catar tras rematar un buen centro de Neymar. El jugador del PSG fue la incógnita de este duelo, después de que el talentoso paulista se perdiera los dos últimos partidos por una lesión en el tobillo. Tite no dudó y lo mandó directo a su once titular y él, en un abrir y cerrar de ojos, comenzó a darle la razón. Al poco tiempo, Neymar también firmó su primer tanto en esta Copa del Mundo e igualó una marca del eterno Ronaldo: anotar en tres Mundiales. Por delante, con cuatro ediciones, está O' Rei Pelé.

La fiesta continuó con el espectáculo de pases finalizado por Richarlison. Superada la media hora, Vinícius también selló el combo de Neymar, con gol y asistencia, con un pase picado, casi a modo de cuchara, que dejó en boca de gol a Paquetá.

La conexión entre dos de las estrellas brasileñas (Richarlison y Paquetá completan el póquer de Tite) es una declaración de intenciones del inagotable fútbol de la Canarinha. Neymar, el líder millennial de Brasil, fue toda una irrupción en el Santos en el 2011. Para entonces, Vinícius, que todavía captó los focos más joven, tenía once años. Los dos son campeones de la Champions e importantes en sus equipos. Y, en Catar, quieren que la conexión entre generaciones se rubrique con el sexto título para Brasil.

La frontera de cuartos

La derrota ante Camerún, con la ausencia de ambos por diferentes razones, fue un espejismo. Brasil ya está en su terreno: los cuartos de final. Una frontera que ha alcanzado en nueve de las once ocasiones que disputó los octavos de final, según apuntó el analista de datos Alexis Martín-Tamayo en sus redes sociales.

Neymar nunca superó esta brecha en sus tres campeonatos disputados. Tampoco lo hicieron sus predecesores, desde que la selección sudamericana logró el triunfo en Corea y Japón 2002. Su alianza con Vinícius y el resto de peloteros del combinado de Tite podrían cambiar la historia. El sambenito de perder en cuartos, que tanto persiguió a la selección española, se ha instalado en el combinado brasileño.

Esta vez, enfrente tendrán a la rocosa Croacia de Luka Modric, curtida en mil batallas y vigente subcampeona del mundo.