Dos goles del capitán del Pontevedra le dan la victoria ante el Córdoba
03 abr 2023 . Actualizado a las 10:12 h.PONTEVEDRA, 2
Cortés; Seoane, Soto, Víctor Vázquez, Bastos; Javi Robles (Masogo, min. 76), Miguel Román, Borja Domínguez; Brais Abelenda (Derik, min. 76), Charles (Rubio, min. 63) y Álex González (Martín Diz, min. 94).
CÓRDOBA, 0
Carlos Marín; José Ruiz, Jorge Moreno, Alonso (De las Cuevas, min. 60), Calderón; Puga (Canario, min. 60), Diarra, Armando Shashoua, Simo (Javi Flores, min. 76); Willy (Casas, min. 60) y Kike Márquez (Juan Villar, min. 38).
ÁRBITRO: Conejero Sánchez (Extremadura). Amonestó con tarjeta amarilla a Charles del Pontevedra y a José Ruiz del Córdoba.
GOLES: 1-0, Álex González (min. 17). 2-0, Álex González (min. 32)
Victoria para ilusionarse del Pontevedra. Ante un rival de la zona alta y desesperado por no descolgarse de la lucha por la promoción los granates se subieron al carro tirado por Álex González para doblegar al Córdoba gracias al doblete de su capitán.
Primer acto impecable del Pontevedra, que dominó a su rival en todo momento. Los granates supieron jugar con la presión de un Córdoba nerviosos que no se encontró cómodo y que durante los primeros minutos de partido no conseguía dejarse ver por las inmediaciones de la portería defendida por Cortés.
La versión de ayer del Pontevedra era la del equipo de casa de Juan Señor, un equipo que volvía a la defensa de cuatro y que se mostraba más descarado en ataque, buscando acabar jugadas y hacerlo con convicción. Así, cuando apenas se superaban dos minutos del cuarto de hora de partido Álex González consiguió subir el 1-0 al marcador. Zapatazo desde fuera del área del siete del Pontevedra que superó a Carlos Marín tras recibir un pase desde la derecha de Javi Robles y tener tiempo para controlar la pelota en la frontal del área.
El propio Álex rozó el segundo minutos después al lanzarse a un centro de Brais. Su disparo se machó desviado y del saque de portería del meta local nació la primera oportunidad clara cordobesa en el partido. Fue en una acción que remató defectuosa Kike Márquez, solo dentro del área, tras recibir el pase de Simo luego de superar a Bastos.
Y de lo que podría haber sido el 1-1 llegamos al 2-0 de nuevo con la rúbrica del omnipresente Álex González. Jugada de manual del Pontevedra que comenzó en saque de esquina de Seoane, prolongada de cabeza de Brais y pase de fantasía de Charles de primeras hacia el desmarque de Álex a la espalda de la zaga que el capitán no desaprovechó para anotar el segundo y hacer soñar a todo Pasarón con que la permanencia es posible.
Con el 2-0 en el marcador Germán Crespo decidió mover ya el banquillo y los visitantes introdujeron dos cambios antes del descanso en busca de respuestas. Estas bien podrían haber llegado antes del 45 en una buena acción de ataque de los andaluces que Willy desaprovechó cuando ya estaba delante del portero.
Le tocaba guardar el resultado al Pontevedra y en la segunda parte optó por un perfil fútbol más calmado en el que pasasen pocas cosas para acabar por desesperar a un Córdoba con prisas. Los visitantes seguían dándole vueltas a su equipo y a la hora de partido volvieron a cambiar de dibujo para poner más pólvora en punta y renovar por completo su frente de ataque.
Tras los cambios llegaron dos buenas oportunidades para el conjunto blanquiverde. La primera en botas de Diarra, quien remató al palo y con poca convicción un balón suelto en el área tras el remate de Jorge Moreno a un córner servido por De las Cuevas. La segunda tuvo como protagonista a Simo, pero el remate del extremo se marchó fuera. La desesperación del Córdoba en los minutos finales hizo que el partido se volviese algo más brusco por momentos, con discusiones entre futbolistas que se saldaron bien por el colegiado sin necesidad de tarjetas.
El Pontevedra rozó incluso el tercero al filo del 90 en un buen disparo de Álex González que detuvo bien Carlos Marín lanzándose abajo. También Álvaro Cortés tuvo su cuota de protagonismo ya con el tiempo cumplido en una gran intervención a disparo cruzado de Casas que el meta madrileño desbarató con agilidad para dejar su portería a cero.