Burbujas, cabañas en el bosque o una noche con dos estrellas Michelin, las alternativas más «instagrameables» al fin de año clásico en las Rías Baixas

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los responsables de los hoteles reconocen que cada vez hay más demanda por un turismo de experiencias

20 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos años Eduardo Guillén y su pareja Paula Soutullo estaban tumbados en el desierto de Dubai viendo las estrellas. A miles de kilómetros de su Galicia natal soñaron con poder volver algún día. Las ganas las tenían y el futuro empezaba a dibujarse con forma de firmamento. Lo que esa noche vivieron en una jaima se convirtió más tarde en Casa Albarari, 12 burbujas con vistas al cielo que se reparten entre Oleiros y Sanxenxo. Abren todo el año, pero pasar ahí una noche de Fin de Año se ha convertido en el deseo de muchos extranjeros, pero también de gallegos que buscan un turismo de experiencia. «Constatamos un aumento de este tipo de visitas que se puedan ver y contar en redes», explica Eduardo Guillén, que cree que estos destinos «instagrameables» han ganado tirón entre las parejas jóvenes. Pasar la última noche del año aquí oscila entre los 180 y los 225 euros y además, habrá que pagar la cena, que en este caso servirá Ollares da Ría.

Este es solo un ejemplo de la oferta de las Rías Baixas. Cada vez son más los que después de una Nochebuena y Navidad en familia, optan por celebraciones más íntimas que tengan un plus más allá de la comida. Al otro lado de la ría, en Cabo Udra, Rosana Estévez prepara las cuatro cabañas de Cabanas do Udra para unas fiestas con alta demanda. «El perfil de los clientes que tenemos para despedir el año es el de matrimonios que sus hijos no están y vienen aquí a pasar la noche», explica su propietaria desde una oficina que reconoce que es como estar en un cuadro. El paisaje boscoso y de mar le dan vitamina de cada día para atender un negocios que en el 2024 cumplirá su tercer año.

Dormir en estas casas de bateas esa noche ronda los 150 euros con desayuno incluido. «Por la mañana dejamos en la puerta de la cabaña una cesta muy completa para que el huésped pueda disfrutarla», señala Estévez, que aunque no dará servicio de cena, pero sí tendrá un detalle con los clientes en cada una de esas «bateas en tierra». Incluso está barajando la posibilidad de editar un libro explicativo para contar a sus huéspedes el origen de las cabañas. Mujer de marinero, su proyecto nació con el mar como telón de fondo en un adn de agua salada. «Además de reservar una noche aquí, también vamos a ofrecer la posibilidad de venir a pasar el día sin dormir», subraya Rosana.

Los propietarios de estos establecimientos coinciden en que cada vez más se apuesta por un turismo de experiencias que seduce incluso a turistas extranjeros. Este año Pepe Vieira se ha querido unir a la oferta festiva de las Rías Baixas en su hotel de naturaleza de Camino da Serpe. El cocinero con dos estrellas Michelin y una verde inauguró la pasada primavera su hospedaje y ha optado por lanzar un paquete para acabar el año con una cena sorpresa y dos noches en Camiño da Serpe, un complejo que está en la red de Relais & Chateaux. Los que se alojen entre el 30 de diciembre y el 1 de enero abobarán 1.780 euros (890 por adulto) con cena de Nochevieja y desayuno incluido. Todavía tienen disponibilidad para una oferta que incluirá un desayuno de cinco pases; una cena, con seis, y dos noches en una de las habitaciones con vistas a la ría que se esconden en la falda de Camiño da Serpe.

Estas tres opciones, las burbujas, las cabañas de Cabo Udra o las noches con una cena de estrella Michelin son opciones que venden la tranquilidad del entorno, pero en las Rías Baixas también hay las celebraciones tradicionales para toda la familia en las que nadie cocina.

Hoteles en Sanxenxo

En la capital turística de las Rías Baixas ya se preparan para una noche especial que roza casi el lleno en los hoteles de lujo. El director del Carlos I Silgar, Leonardo López, reconoce que «este año hemos notado una anticipación en la reserva. Habitualmente lo publicitamos en octubre para que comiencen las reservas, pero no ha hecho falta». Tienen prácticamente completas las 130 habitaciones del hotel y va tirando de la lista de espera cuando hay bajas de última hora. El precio por habitación para esa noche son 600 euros e incluye la cena de gala, alojamiento, desayuno y acceso al spa.

Tanto en el Carlos I como en el Gran Talaso Hotel Sanxenxo la demanda ha roto las expectativas que tenían fijadas de años anteriores. Ambos hoteles tienen precios similares para una noche que en el caso del que dirige Leonardo López comenzará a las ocho de la tarde. «Serviremos un aperitivo en los salones nobles a base de productos como jamón o mariscos y luego comenzará el menú ya en la sala con centolla, camarón, bogavante y nuestra estrella, la pierna de ternera asada que saldrá así al comedor en una especie de showcooking», explica el responsable del Carlos I.

Desde el Augusta Eco Wellness también resaltan la anticipación en la reserva y están a punto de colgar el cartel de completo. En su caso, como en los anteriores hoteles de lujo de Sanxenxo, la oferta familiar incluye niños. Ese es el perfil de cliente que suele optar por este tipo de celebraciones para despedir el año. Su directora, Rocío Sutil, confirma lo que dicen sus colegas de la anticipación en las reservas. «En los días que quedan, completaremos las pocas plazas libres», señala.

La cena y la fiesta en el Agusta cuesta 195 euros para adulto y 95 para niños. A este precio, hay que sumarle los 220 euros de la habitación para despedir la última noche de un 2023 que ha roto todas las expectativas de ocupación en las Rías Baixas.