De votantes que «arriesgaron» a las dudas con las papeletas del Senado

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ciudadanos votando este domingo, en Pontevedra, en el colegio electoral ubicado en el CEP Campolongo
Ciudadanos votando este domingo, en Pontevedra, en el colegio electoral ubicado en el CEP Campolongo Ramón Leiro

Así transcurrió la jornada del 23J, con una alta participación matinal

24 jul 2023 . Actualizado a las 00:27 h.

Domingo de julio y domingo de elecciones. Un tándem veraniego no habitual después de una campaña crispada que desembocó en una alta participación matinal. Se vio desde bien temprano y eso que pesaba el aviso de la Junta Electoral: se podría echar mano de algún votante, como pasó en Teo (A Coruña), si no había ni titulares ni suplentes para constituir las mesas. En la provincia de Pontevedra se constituyeron las 1.344 fijadas. En sitios de costa como Bueu, algunos madrugaron para echar la papeleta. En el Centro Social do Mar, incluso bien temprano, hubo quien tuvo que esperar para escoger entre las distintas opciones en las cabinas. La papeleta sepia del Senado, esa grande que cuesta meter en el sobre y donde se puede votar a tres candidatos aunque sean de partidos distintos, sigue dando de qué hablar. Más de uno, como un matrimonio que entró junto y apenas se revolvía dentro, necesitó explicaciones de los resignados miembros de la mesa.

En Pontevedra la cosa se fue animando a medida que avanzaba la mañana y colegios como el del CEP Campolongo registraron colas para votar antes de comer. A esa participación apelaron los candidatos desde las distintas formaciones por la provincia. Lo hizo Carme da Silva, número 1 del BNG al Congreso, desde el Centro Social do Gorgullón: «O voto é o instrumento que temos para decidir o futuro que queremos». Ana Pastor, cabeza de lista del PP al Congreso, agradeció a todos los integrantes de las mesas que hagan posible «la fiesta de la democracia». Y Marica Adrio, número 2 del PSOE al Congreso, recordó a su padre y a Clara Campoamor.

Por la tarde se moderó la participación —aunque a las 18 horas en Pontevedra seguía siendo superior a la de las generales del 2019— y seguían los corrillos en las terrazas a la espera de conocer los resultados. Era el tema de conversación. Todavía quedaban varias horas para que se despejara la incógnita. El sol no apretó en una jornada del 23J con máximas de 25 grados en las Rías Baixas y más de un integrante de una mesa electoral lo agradeció.