Diego Rivas, de entrenar a los porteros del Arenteiro a ponerse bajo los palos en Riazor: «Antes que exponer a un jugador de campo, prefiero asumir yo esa situación»

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Diego Rivas en el último partido disputado por el Racing en A Malata frente al Amorebieta.
Diego Rivas en el último partido disputado por el Racing en A Malata frente al Amorebieta. JOSE PARDO

El guardameta, que estuvo en activo hasta el verano pasado, afirma que entiende que el Deportivo exija la cláusula del miedo que impedirá jugar el domingo a Pablo Brea ante el club que lo tiene contratado y cedido en O Carballiño

24 abr 2024 . Actualizado a las 22:38 h.

El  entrenador de porteros del CD Arenteiro, Diego Rivas, se pondrá bajo los palos el domingo en el estadio de Riazor para defender la portería del equipo carballiñés, que no tiene portero titular debido a la lesión del talón de Aquiles de Diego García, ni sustituto, debido a la denominada cláusula del miedo, que obligaría al club ourensano a pagar una cantidad económica no desvelada si alinea a Pablo Brea ante el Deportivo. El tercero, Manu Figueroa, se encuentra lesionado con un fuerte esguince.

Diego Rivas colgó los guantes el pasado verano, con 37 años, y tras una larga experiencia en diferentes equipos, entre ellos los gallegos Racing de Ferrol o CD Lugo, de cuyos ascensos fue partícipe.

La Voz de Galicia contactó con el guardameta, pero este declinó dar más entrevistas hasta después del partido. Fue el martes por la tarde cuando el Arenteiro lo inscribió como portero. Rivas explicó esa noche, en declaraciones a El Partidazo de Cope cómo se desarrolló la situación: «A finales de la semana pasada, el director deportivo me plantea que la situación es límite, que hemos intentado contactar con seis o siete porteros y por una razón o por la otra, es imposible contratar a ninguno para estos seis partidos que faltan. Había una posibilidad de tramitar mi ficha y preguntó cómo lo valoraba yo».

Sobre su estado de forma, el futbolista señalaba: «Alguno me decía, esto es como montar en bicicleta, no se olvida. Las sensaciones se han ido perdiendo a lo largo de los meses, estos días de entrenamiento intentaré recuperar las máximas sensaciones posible». Durante este tiempo ha seguido activo y entrenando, aunque reconoce que no como cuando era profesional. «Sí es cierto que hace tiempo que no me tiro al suelo, pero bueno será cuestión de recordarlo», decía en el mismo programa. Afirmaba que trataría de adaptarse lo más rápido posible trabajando con el grupo, un colectivo que califica de «ejemplar».

En El Larguero de la Cadena Ser, detalló que no fue posible encontrar alternativa por no darse los requisitos con los guardametas contactados. Dijo que no se lo esperaba y que confiaba en que se encontraría otra solución, pero al final aceptó volver a ponerse los guantes. «Antes que exponer a un jugador de campo, prefiero asumir yo esa situación. Entiendo que el titular es llamativo, que el entrenador de porteros se ponga a jugar, pero yo hasta el verano pasado estaba jugando. Intentaremos adaptarnos lo mejor posible y adaptar los entrenamientos para hacer muchas cosas con el grupo. Es el mejor entrenamiento, el integrado con el grupo. El club, el equipo y los chicos han tenido capacidad de adaptación a lo que nos ha ido ocurriendo todo el año, de ahí los resultados del Arenteiro».

Sobre la cláusula del Deportivo, manifestó que son acuerdos entre los clubes, que aceptan las dos partes o las tres, porque también el jugador lo acepta. «Es difícil de predecir cuando se firma los contratos ,que están para respetar.  Es una situación compleja, pero entiendo la postura del Dépor, que se está jugando muchísimo y no es una situación agradable para ellos, supongo, pero no me veo capaz de juzgarlo».