El juez cree que el Concello de Ourense tomó «tarde y mal» medidas por el ruido durante el entroido

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Acumulación de basura durante las noches del entroido en una de las carpas instaladas por el Concello de Ourense
Acumulación de basura durante las noches del entroido en una de las carpas instaladas por el Concello de Ourense miguel villar

El gobierno local alegó que puso carpas para reducir el sonido durante las fiestas

17 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Ourense tuvo que trabajar a contrarreloj en las horas previas a los días grandes del entroido en la ciudad de Ourense para salvar su ambicioso plan de actuaciones musicales durante las noches del jueves al lunes en el casco histórico. La denuncia presentada por 25 familias de la zona monumental para solicitar medidas cautelares contra estos conciertos por atentar contra la normativa de protección acústica fue aceptada inicialmente por el juzgado de lo contencioso administrativo de Ourense. En una resolución firmada el lunes, 5 de febrero, atendía la petición de los afectados aunque abría un período de alegaciones de tres días para que el Concello de Ourense presentase su plan para reducir el impacto del ruido durante el carnaval.

Dos días después, el 7 de febrero acudía a la sede judicial el recientemente nombrado director xeral de Intelixencia Artificial y extesorero de Democracia Ourensana, Juan Carlos Fasero, para defender los argumentos municipales. Y lo hacía presentando un decreto firmado ese mismo día por la Concejalía de Fiestas en el que se acordaba la suspensión temporal de los objetivos de calidad acústica para el Concello de Ourense. Esa limitación, explicaba el informe, se fijaba entre las 24.00 y las 03.00 horas entre el viernes 9 de febrero y el martes, día 13. Además, como medidas correctoras, el gobierno local señalaba a la instalación de carpas dirigidas a la «amortiguación sonora» en las calles Progreso, Praza Maior, Praza de Santa Eufemia y Praza do Correxidor. A mayores, apuntaba a que el ruido generado por las actuaciones de las orquestas y disyoqueis se situaría en los 110 decibelios.

Con estos argumentos, el Concello de Ourense salvó la suspensión cautelar de los conciertos que había decretado días antes el juzgado, pero no evitó el reproche judicial. El magistrado José Andrés Verdeja aseguraba en su resolución en la que levantaba las medidas cautelares contra los conciertos del carnaval ourensano: «Entiendo que el Ayuntamiento, aunque tarde y mal, ha dado cumplimiento a lo exigido por el auto. No es este el momento en el que valorar lo acordado por la Concellería de Festexos, toda vez que es un acto administrativo susceptible de ser recurrido de forma autónoma en vía administrativa o en sede judicial (...) pero cuenta con plena apariencia de legalidad en cuanto a su contenido».

Falta de previsión

En la resolución judicial dictada el jueves de comadres, es decir apenas un día antes de que comenzasen las fechas grandes del entroido, se cuestiona la falta de previsión del Concello de Ourense: «Es difícilmente entendible y justificable la tardanza en el dictado del decreto, dado que no estamos ante una celebración sobrevenida o sorpresiva, sino que el Concello dispone de todo un año para valorar las medidas a adoptar y hacer un estudio minucioso sobre la mejor forma de conciliar el derecho al descanso con la celebración del entroido».

Las familias que llevaron el ruido del entroido al juzgado confían, en todo caso, en que el procedimiento continúe y que se logre una resolución que ponga coto a los excesos de ruido durante eventos como el carnaval. Apuntan a que la organización de cuatro conciertos simultáneos en un espacio tan saturado de ruidos convirtió esas noches en un «infierno». También consideran que estos eventos no son imprescindibles para desarrollar una actividad como el entroido.

Cuatro puntos calientes: plazas Maior, Correxidor y Santa Eufemia, y la rúa Progreso

La programación del entroido por parte del Concello de Ourense incluía un calendario de conciertos en diferentes localizaciones del casco histórico. Los días grandes eran el sábado y el lunes. En ambos casos se planificaron actuaciones musicales en tres carpas de la zona monumental en las plazas de Santa Eufemia, Correxidor y Maior. A mayores, se fijó la actuación de dos grandes orquestas a partir de la medianoche para esas jornadas (París de Noia y Olympus). Según fuentes presenciales, y tal y como se comprometió por escrito el Concello de Ourense en sede judicial, esas actuaciones finalizaron de forma puntual a las tres de la madrugada. Esa medida, sin embargo, fue calificada de insuficiente por los denunciantes que calificaron lo vivido de «infierno».

Este modelo de conciertos simultáneos para animar los eventos festivos no es nuevo en el gobierno desde que Gonzalo Pérez Jácome es alcalde. Se ha utilizado también, aunque con menor intensidad, en fechas señaladas como los magostos, Samaín o las fiestas de verano. Así, por ejemplo, en la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre se programaron un concierto de Barón Rojo (entre las 23.45 y las 1.15 horas) en la rúa Progreso y ambientación musical de la Gramola hasta las 3.30 horas en la Praza Maior.