Abultada derrota de un COB ausente en su desplazamiento a Sevilla (72-48)

El Club Ourense Baloncesto de las noches más erráticas fue el que se presentó en la cancha de un Real Betis que pasó por encima de los hombres de Félix Alonso, sobre todo en un paupérrimo segundo acto, con parcial de 28-5, que llevó al descanso a los visitantes sin alcanzar siquiera la veintena de puntos. A la postre y después de muchos minutos intrascendentes, el marcador fue maquillado muy levemente hasta el definitivo: 72-48.

Edy Polanco abrió la contienda con un triple, premonitorio de un baile de castigos lejanos de los verdiblancos ante una defensa indolente —una semana más—, que tampoco debería apelar a la excusa del eterno viaje forzado por la suspensión del vuelo inicial en Santiago de Compostela. Una canasta de Radic y el triple de Javi López le dio la única ventaja del choque a los cobistas, que se pusieron 5-7, antes de encajar 8 puntos consecutivos del tirón. Aún así, dos triples de Samu Rodríguez nivelaron otra vez el tanteo, antes de flojear atrás por enésima vez y conceder un triple de Polanco que cerraba con 16-13 ese episodio inicial.

En el segundo cuarto se produjo la debacle. Los ourensanos se pasaron casi cinco minutos sin ver el aro, hasta que Jawara clavó una canasta. Por entonces ya habían encajado 16 puntos consecutivos en un recital de triples abiertos y con marcajes con la mirada de los forasteros. Desde el banquillo no llegaban soluciones y pesos pesados como Turnes, Kacinas y Radic se combinaban para solo cuatro puntos antes del descanso. El castigo fue un partido roto en el intermedio con 44-18, guarismos impropios de un equipo profesional que ya ha protagonizado bastantes salidas realmente desafortunadas. Polanco y Kuksiks marcaron ellos solitos más puntos que todo el COB, que ni siquiera hacía pensar en una reacción tras el paso por los vestuarios.

La salida en la tercera entrega fue de cuatro puntos locales para alcanzar en un minuto y medio un bochornoso 48-18. Jawara enchufó un triple y abrió una fase en la cual, los visitantes lograron al menos apretar un poco más en defensa y evitar que el resultado fuera escandaloso. Los triples seguían sin ser una solución, como no lo era ninguna intentona en ataque.

Más de lo mismo en un último cuarto que apenas presentó ramalazos de un quinteto ourensano que lograba rebajar la barreda de los veinte puntos de desventaja, pero ni siquiera fue capaz de completar ese pobre objetivo.

Con la derrota ante el Betis, los andaluces reducen a una única victoria la renta particular de los ourensanos, que además pierden la diferencia particular. Lo peor fue la sensación de un equipo otra vez muy blando cuando se aleja del Pazo.

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