Huelga general ultranacionalista

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

Gustavo Valiente | EUROPAPRESS

24 nov 2023 . Actualizado a las 09:00 h.

Los ultranacionalistas salieron unos días a la calle y ahora se creen los dueños de ella. Tenían la excusa de la amnistía, decían que iban a salvar la patria, pero realmente solo querían liarla parda, montar disturbios ante la sede de partidos democráticos.

Envueltos en banderas con el escudo mutilado cantaron himnos de una España que por suerte ya no existe y pidieron derogar la Constitución. Ya no van tanto por Ferraz, pero no han vuelto a sus cavernas. Jaleados en YouTube, TikTok y grupos de Telegram por agitadores extremistas, persiguen a los que no piensan como ellos. Y acosan a periodistas mostrando su faz autoritaria y su apego por las dictaduras.

Les gustan las fronteras, salvo cuando sirven de barrera para sus ideas. Estos días están contentos. Sueñan con los éxitos de Milei en la desesperada Argentina y del Trump holandés, Geert Wilders, que llama chusma a los inmigrantes. Fomentan la indignación y el miedo para crecer sin hacer propuestas factibles. Y alegremente convocan algo tan serio como una huelga general.

Lo hacen a través de un sindicato de Vox que no representa al 1 % de los trabajadores de España y carece de delegados en Galicia. Con parecida justificación política a la que en su día usaron los promotores de su odiado procés. Y el mismo objetivo: ser tendencia en redes y alborotar.