Esta vez te has pasado, ojalá funcione

Nieves Lagares Diez EQUIPO DE INVESTIGACIONES POLÍTICA DE LA USC

OPINIÓN

YVES HERMAN | REUTERS

06 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

No es fácil acertarlas todas cuando una está en la búsqueda del protagonismo diario. Siempre llega un día que, en vez de estar en el centro de la opinión, te encuentras en una de las periferias, a veces buscada, a veces encontrada.

Creo que Yolanda Díaz ha acertado mucho en estos tiempos difíciles para cualquiera que se mueva en el sinuoso eje de la izquierda política, y, por mucho que digan sus detractores, se ha ganado una imagen de izquierda periférica responsable, que son adjetivos —periférico y responsable— que en política difícilmente pueden verse uno al lado del otro.

Pero, igual que es cierto que en su denuncia contra Rubiales se ganó el apoyo de la mayoría social, no es menos cierto que en su encuentro con Puigdemont ha descentrado su ruta, dado argumentos a Feijoo y se ha situado en ese territorio alternativo por el que tanto gustaba pasear a Pablo Iglesias.

No es posible disociar la vicepresidencia del Gobierno del liderazgo de Sumar, no se puede ejercer un rol por la mañana y otro por la tarde, y no puede ser un miembro del Gobierno de España el que se haya encontrado con Puigdemont. Es necesario conservar la formalidad institucional que impone ser la vicepresidenta de todos los españoles, mientras sonríes con un prófugo de la justicia española.

Ese exceso de búsqueda de protagonismo delata a Díaz, genera sospechas sobre el Gobierno y da munición a la derecha. Y ya sé que habrá quien diga que no había otra forma de acercarse a Puigdemont que haciéndolo a las claras, que mejor así que a espaldas de los españoles, que ya estamos hartos de que unos y otros nos quieran hacer creer que no están todos haciendo intentos por conseguir el apoyo de Junts para sus objetivos.

Y tampoco me atrevo a negar que este acercamiento sea importante para el futuro Gobierno de España, ni este ni todos los que ha intentado el PP después de definir a Junts como un partido de historia y tradición dentro de la legalidad. Porque, cuando algunos dicen que Yolanda ha blanqueado a Puigdemont, obviamente se olvidan del paso por la lejía semántica que le proporcionaron González Pons, Cuca Gamarra o Borja Sémper, los mismos que salen ahora a rasgarse las vestiduras por la escenita de Yolanda Díaz.

No ha tardado tiempo Feijoo en rechazar reunirse con Junts, después de que Puigdemont le enviara recados, que eso sí está permitido, ni en señalar que si la amnistía está por medio no hace falta hablar. Todo apunta a que le ha dado un ataque de cuernos tremendo por el paseíto que Puigdemont se ha marcado con Yolanda mientras se estaban mandando recados, que hay que ser más leal, hombre, que se han gastado mucho lisonjeando a Junts para que aparezca ahora con la comunista.

Mientras tanto, Sánchez se mueve entre dos aguas, la de no saber nada o la de frotarse las manos esperando un posible acuerdo de investidura. Estético no ha sido; ético, según quién; funcional para España, ya veremos. Esta vez te has pasado, ojalá funcione.