Declive o renacimiento económico

fernando gonzález laxe EXPRESIDENTE DE LA XUNTA

OPINIÓN

Siu Wu | EFE

12 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Está Cataluña en declive o en decadencia? Si nos guiamos por el informe emitido por el Cercle d´Economía, existe la sensación de ambos rasgos. A juicio de los firmantes del mencionado comentario, Cataluña no alcanza su potencial y puede quedar a la zaga en lo que respecta a la competencia entre metrópolis, no solo en referencia a Madrid, sino también en relación a otras ciudades europeas. 

La citada nota de opinión, titulada Reactivar el futuro, lleva a pensar a Xavier Vives, profesor del IESE, que se debe insistir en la máxima de «hay que correr todo lo que se pueda para poder mantenerse en el mismo sitio».

Esto es, de una parte, expresa preocupación, porque los datos del 2021 son prácticamente los mismos que en 2001, pero en un contexto muy diferente al actual; y, de otra parte, porque da la sensación de una década perdida, donde el procés ha conseguido agravar una tendencia de fondo.

Tanto Cataluña, como Madrid o Galicia, al igual que otros territorios regionales europeos, se encuentran en un momento histórico clave: todos están en plena transición. Se ha agotado el modelo inercial basado en las actividades tradicionales y en el turismo y, a la vez, están presionadas hacia salarios más bajos y una escasa productividad.

Hoy en día, en las regiones más dinámicas predomina la economía del conocimiento, fomentando los centros de investigación y las enseñanzas de excelencia.

En consecuencia, se necesita y se reclama definir y aplicar medidas e instrumentos que atraigan y retengan el talento, por un lado, y, por el otro, fomenten y desarrollen industrias limpias que sean capaces de imprimir una nueva dinámica. O sea, estamos hablando de un nuevo renacimiento económico.

De esta manera, los objetivos a conseguir radican en incrementar la calidad de vida de los ciudadanos, operar con mercados de trabajo de alta cualificación y poseer instituciones adecuadas, que prioricen la eficiencia y minoren los niveles de desigualdades o brechas entre sus ciudadanos.

Para ello, es menester, antes de nada, y así lo reivindican tanto Cataluña, Madrid como Galicia, disponer de mejores niveles de conectividad y ratios de inserción internacional, así como relevantes proyectos empresariales de futuro. Aunque para ello, sea necesario previamente contar con un amplio consenso en la definición de los objetivos para las siguientes décadas y disponer de medidas que garanticen la igualdad de oportunidades para evitar los aumentos de las desigualdades.

Se busca incrementar el beneficio reputacional y la calidad diferencial; esto es, crear condiciones positivas y favorables para un nuevo posicionamiento que impulse el concepto de marca territorial con el que identificarnos. En segundo lugar, el mensaje de culpar de todos los males a un enemigo externo ha quedado agotado, afirma el Cercle d´Economia. Por eso, se insiste en evitar un deterioro progresivo de la imagen, esquivar carencias estructurales en los sistemas sociales y educativos, corregir el retraso de un despliegue empresarial óptimo, afrontar las inversiones de futuro y priorizar la gestión.

En Cataluña, al igual que en Galicia, es necesario un liderazgo que permita ser proactivo a la hora de insistir en las demandas y ser ambiciosos en una visión de largo alcance. Se considera que ser cómodos en el día a día y mantener empresas de pequeño tamaño es un lastre, del mismo modo que recurrir a incrementar la deuda pública para enfoques generalistas reducen la eficacia y la capacidad redistributiva.

En suma, hemos constatado una nota reflexiva del Cercle d´Economía cuyo diagnóstico puede ser ampliable a otros territorios.