¿Cuáles son los malos hábitos de salud de los gallegos?

OPINIÓN

María Pedreda

02 ene 2023 . Actualizado a las 14:12 h.

Hace ya varias décadas que el entonces ministro de Sanidad canadiense, Marc Lalonde, enunció un modelo que establece que la salud de una comunidad está condicionada por cuatro grupos de factores que interaccionan entre sí: el medio ambiente, la biología humana, el sistema sanitario y los estilos y hábitos de vida.

Dentro de este último determinante, se consideran los comportamientos y costumbres que condicionan negativamente la salud, haciendo énfasis en que dichas conductas se forman por decisiones personales y por influencias de nuestro grupo social. Así, podríamos preguntarnos ¿cuáles son los estilos y hábitos de vida no saludables de los gallegos? Probablemente, aunque con diferentes prevalencias, serán semejantes a los de otras poblaciones de nuestro entorno, no en vano vivimos en un mundo globalizado.

Sin duda, el factor de mayor impacto es el tabaco ya que está en relación directa con múltiples cánceres y enfermedades graves. También es importante el consumo de alcohol, que no debería de sobrepasar las dos unidades diarias e incluso menos en las mujeres.

Los hábitos alimentarios tienen una extraordinaria repercusión, comemos demasiado, el balance energético entre el aporte y el gasto está tremendamente lastrado hacia el primero y, además, la calidad de lo que ingerimos no es la adecuada: demasiada sal, excesivas grasas animales y carnes rojas, así como hidratos de carbono refinados —dulces, pasteles, bebidas azucaradas— junto con un consumo pobre de pescados azules, frutas, legumbres y otros vegetales.

A pesar de que el ejercicio físico regular es uno de los mejores hábitos para aumentar la calidad y la cantidad de vida, cada vez es mayor la epidemia de sedentarismo que, junto con la sobrealimentación, condicionan un exceso de peso, que ya muchas veces comienza en edades tempranas de la vida, y es tremendamente pernicioso para la salud.

Además de cenar mucho, lo hacemos muy tarde, lo que tiene una influencia negativa en la calidad del sueño, así un porcentaje significativo de gallegos utiliza medicamentos para dormir, tranquilizantes y otros psicofármacos. Determinados hábitos sociales también son desfavorables, entre ellos, la competitividad, la ambición extrema, la agresividad o bien el aislamiento y otras emociones negativas.

No son, en definitiva, los recursos sanitarios los principales condicionantes de la salud; esta depende en gran medida de nosotros, de nuestra responsabilidad.