Así es por dentro la nueva residencia de Lugo: «Un hogar para nuestros mayores»

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El nuevo centro, construido por la Fundación Amancio Ortega, abrirá en mayo y dispone de 42 habitaciones dobles y 36 individuales totalmente equipadas, en un edificio donde destaca la luz y el confort

05 abr 2024 . Actualizado a las 18:09 h.

La nueva residencia de mayores de Lugo ciudad, ubicada en el barrio de A Residencia, ya está preparada para abrir en mayo y dar servicio a 120 plazas de residentes. Dispone de 42 habitaciones dobles y 36 individuales totalmente equipadas, así como numerosos espacios de ocio, confort y servicios, como una peluquería, una cafetería, un gimnasio, salas de estar, zona de hospitalización y atenciones sanitarias o despachos. Se trata de un edificio donde la luz es fundamental para crear un ambiente de comodidad y calidez: «Queríamos hacer un hogar para la gente que viva aquí», explicó la arquitecta Elsa Urquijo.

La nueva residencia de Lugo, que llevará el nombre de la parroquia donde se ubica, San Antonio de Padua, fue construida por la Fundación Amancio Ortega, e inaugurada este viernes 5 de abril por el presidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, y por la presidenta de la fundación, Flora Pérez Marcote, en un acto al que asistieron numerosas autoridades, como la alcaldesa de Lugo, Paula Alvarellos, así como un grupo de vecinos del barrio que pudieron comprobar el resultado de un edificio que ayudará a dinamizar una zona que quedó sin servicios tras el cierre del viejo Hospital Xeral.

La distribución por plantas

Las autoridades y los vecinos pudieron conocer todas las dependencias del edificio, que cuenta con cuatro plantas (incluida la de entrada). De la mano de los arquitectos que desarrollaron el proyecto de construcción (los mismos que diseñaron las otras seis residencias públicas en el resto de ciudades de Galicia) fueron conociendo las diferentes dependencias del edificio.

En la planta de acceso se encuentran servicios generales, desde zonas administrativas, despachos, una cafetería, una peluquería, un gimnasio, las cocinas, el comedor y una gran zona de estar para los residentes. En este planta ya se pueden constatar las características del edificio, donde la luz entra por los patios y lucernarios pero también por las dos fachadas.

En la primera planta se distribuyen en una ala zonas de hospitalización y en otra las primeras habitaciones. En la zona sanitaria, hay salas para podología, dentista, farmacia, sala de curas, sala de enfermería y despacho médicos, además de dos habitaciones para hospitalización. Una se destina para casos de aislamiento y la otra, con tres camas, para personas que tengan alguna enfermedad leve o estén en fase de cuidados intermedios de observación (entre el alta del hospital y el regreso a su habitación).

En las plantas segunda y tercera se distribuyen las habitaciones, tanto las dobles como las individuales. Disponen de enormes ventanales, con armarios empotrados, televisiones y detalles que las hacen confortables.

La características del edificio

La arquitecta Elsa Urquijo explicó el concepto de edificio que quisieron aplicar en las siete residencias, señalando que luego se tuvieron adaptar a los terrenos y orientaciones de cada emplazamiento. Como explicó la idea era construir edificios donde «se priorice que sean un hogar para las personas que vivan aquí».

Sobre la estructura del edificio, dijo que quisieron crear un bloque «sereno, sólido, calmado, asentado en el terreno y que aportase tranquilidad, para con ello tener un lugar seguro y protegido, donde no hubiese ruidos». Urquijo destacó que buscaron como prioritaria la entrada de la luz en todas las plantas, «creando una sensación de tener vida alrededor». El edificio partió de la distribución de los módulos habitacionales para luego ir agregando el resto de los módulos.

Sobre el exterior, destacó que hicieron un acceso bien definido y marcado, creando dos pórticos, uno por cada lado, para permitir a los residentes poder pasear aunque llueva. El material del exterior es blanco mientras que en el interior son tonos cálidos para crear la citada sensación de tranquilidad. El mobiliario es todo de madera con tonos claros.

José Arnau, vicepresidente de la Fundación Amancio Ortega: «Debemos cuidar a los que nos han cuidado y ofrecerles un nivel de vida de calidad»

Una vez que las autoridades visitaron el centro, cuyo coste fue de 25 millones de euros, hubo discursos de agradecimiento y de reconocimiento al trabajo realizado. El vicepresidente de la Fundación Amancio Ortega, José Arnau Sierra, recordó que lo que se inauguró este viernes es fruto del convenio firmado hace cuatro años con la Xunta de Galicia para crear siete residencias públicas en las siete ciudades gallegas

«Pensamos que debíamos ser ambiciosos y crear edificios eficientes y que cuidasen los detalles, llenos de calidad y bonitos», señaló el vicepresidente de la fundación, apuntando que precisamente lo que buscaban «era un hogar, no la clásica residencia, aportando calidad en los materiales y mucha luz para conseguir un hogar para nuestro mayores».

José Arnau, que agradeció el esfuerzo de los trabajadores de la fundación para sacar adelante esta residencia, destacó que pretenden ayudar a resolver los problemas de las ciudades y recordó que Galicia tiene un desafío por delante para el cuidado de los mayores: «Debemos cuidar a los que nos han cuidado y ofrecerles un nivel de vida digno y de calidad».

Alfonso Rueda: «Grazas aos veciños do barrio porque loitaron para que esta zona teña unha segunda oportunidade»

Por su parte, Alfonso Rueda tuvo palabras de elogio para cómo ha quedado la residencia de Lugo, «nótase o cariño por facer as cousas ben da Fundación Amancio Ortega», y puso en valor la aportación que realiza esta fundación en beneficio de Galicia, recordando sus inversiones en equipamientos médicos y en investigación sanitaria.

Rueda también se acordó de los vecinos del barrio de A Residencia, «que loitaron para conseguir que as Administracións non nos relaxáramos e puidéramos ofrecer una segunda vida a este barrio». También puso en valor que apoyo del Concello y como ejemplo de que si colaboran las administraciones salen adelante proyectos como la nueva residencia de Lugo.

En este contexto, destacó que en breve abrirán tanto este centro lucense como el de Santiago. La adjudicataria del servicio será Fesan y se prevé que en mayo abra las puertas de ambas residencias, preparadas para 120 usuarios cada una. Sobre las otras cinco residencias, Rueda dijo que esperan tener listas las de A Coruña y Pontevedra para finales de año, la de Ferrol está en marcha, y sin entrar en detalles, dijo que estaban teniendo problemas con las de Ourense y Vigo, señalando de forma indirecta la poca colaboración de los respectivos ayuntamientos.

Alfonso Rueda destacó que se marcaron como objetivo crear mil nuevas plazas de residencias de mayores, «que están encauzadas, pero non é sinxelo», e indicó que seguirán poir esta línea «para ter uns servizos públicos de altura epara ofrecer aos nosos maiores un lugar onde descansar nas mellores condicións».

Paula Alvarellos: «Cubre unha carencia histórica con Lugo de máis de 40 anos»

La alcaldesa, Paula Alvarellos, mostró su gratitud a la Fundación Amancio Ortega «pola súa xenerosidade e compromiso con Lugo». Indicó que la apertura de la residencia «ven a cubrir unha carencia histórica na nosa cidade, xa que debemos recordar que en Lugo no se crea unha praza pública por parte da Xunta desde hai 40 anos, polo que a vontade amosada pola Fundación significa unha contribución enorme para os lucenses». Indicó que en Galicia existe un déficit de más de 14.000 plazas en residencias.

Alvarellos recordó que las personas mayores suponen el 21 % de la población lucense. «en torno a 5.000 persoas de máis de 65 anos que residen soas nas súas vivendas e sobre as que, dende a área de Benestar, se realiza un seguimento continuado co fin de informalos dos recursos que teñen á súa disposición».