Diego As, muralista de Lugo: «En un país como Guinea aprendes a vivir con poco»

froilán varela LUGO

LUGO

Diego As, junto a su premiado mural de Julio César, en Lugo
Diego As, junto a su premiado mural de Julio César, en Lugo ALBERTO LÓPEZ

El artista lucense, que acaba de venir de un proyecto en África, analiza su carrera y sus próximos proyectos en la provincia

30 sep 2023 . Actualizado a las 20:10 h.

El lucense Diego Anido, conocido por el sobrenombre de Diego As, estuvo en Guinea este verano, donde realizó un trabajo. Después de dejar su huella en murales de medio mundo le apetece descansar. Asegura que ganar el premio internacional del Street Arts Cities le ha cambiado la vida con una lluvia de compromisos. A lo lejos se ve que es una persona humilde.

—¿Qué ha hecho en Guinea?

—He estado trabajando para la Fundación Hermanos Martínez. Hice un mural de básquet con el fin de fomentar la actividad deportiva. Fue una experiencia enriquecedora. En Guinea aprendes a vivir con poco.

—¿Cómo aprendió a pintar grafitis y murales?

—En la calle y con los amigos que concebimos como un grupo de artistas que se denomina Crew. Yo empecé como la mayoría con grafitis, pero hay que diferenciarlos de los que hacemos murales. Los grafitis son letras y están prohibidos. Aun así yo defiendo a los grafiteros.

—¿Es autodidacta?

—Se puede decir que sí. En la escuela pintaba de pequeño. Con 14 o 15 años esbocé unas letras en una pared abandonada. A los 22 ya hacía imágenes de rostros inventados. Dibujaba más de pequeño que ahora. Me dedico más a copiar que a crear. Trabajo a partir de fotografías. Hago un montaje y lo llevo a mi estilo. Empecé pintando muñecos y caras deformadas.

—¿Cómo plasmó el espectacular mural de Julio César?

—Llevé a cabo un proyecto auspiciado por el Concello de Lugo y la época coincidía con el Arde Lucus. Tiene unas dimensiones de 25 metros de alto por 15 de ancho. Lleva una base de pintura plástica y está rematado con espray, que es la herramienta de trabajo que más me gusta.

—¿Cómo cambió su vida el premio internacional de mejor muralista del 2021?

—Hubo un antes y un después por la confianza en mi obra. Trabajé en países como Portugal, Inglaterra y en el continente africano.

—¿En Lugo qué proyectos tiene?

—Uno en A Pobra de San Xiao, cuyo contenido no se puede revelar, y otro sobre la Vía Künig en Baralla. En Castroverde pinto un mural sobre Hipatia de Alejandría, una mujer astróloga, que inventó el astrolabio para medir la distancia entre las estrellas y las constelaciones.

—¿Qué supuso para usted que Correos haya publicado un sello con tu mural de Julio César y un matasellos especial?

—Fue un orgullo, por supuesto. Nunca me esperaba algo así. Fui coleccionista de sellos de pequeño y me alegró mucho.

—¿Qué citas ineludibles ha de cumplir?

—Sí tengo un Core festival que normalmente se hacía en junio y hay otros muchos por decidir.

—Se puede vivir del arte como muralista?

—De momento sí, me gustaría seguir vinculado a los murales y el mundo del arte urbana.

—¿Cómo consigue hacer murales de tan gran tamaño?

—Hay formas de escalarlos según las proporciones. No es muy complicado.