Adiós a los huevos y a las cebollas de los jubilados si les cobran más dinero

lucía rey texto LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

El sótano de Santo Domingo registró ayer la actividad habitual de los martes

22 oct 2014 . Actualizado a las 05:06 h.

Aurora acude a la plaza para vender huevos, cebollas o nabizas que sobran de lo que cosecha en su huerta de A Residencia para ella y sus hijos. «Empecei a vir hai 11 anos, cando quedei viúva», relata la mujer, que tiene 79 años y cuyo único ingreso es una pensión de viudedad. «Traballei toda a vida, pero non coticei, e veño aquí vender dúas ducias de ovos e, de paso, falar coa xente. Pero se empezan a cobrar máis e a andar con esas historias deixarei de vir. ¡Para seis pitas que teño, non merece a pena...!», reflexiona. Su opinión la comparten buena parte de los vendedores jubilados que ayer, igual que cualquier otro martes, se dieron cita en el sótano de la Praza de Abastos de Santo Domingo para ofrecer excedentes agrícolas.

Muchos cobran pensiones reducidas que completan con las pequeñas transacciones de la plaza, y amenazan con dejar de acudir si la Xunta o el Concello les exigen nuevos pagos y requisitos, tal y como plantea el decreto de la Consellería de Medio Rural que regula la venta directa de productos agrarios, y que entró en vigor el lunes. «Xa pagamos 13 euros pola pedra ao mes, e 1 por cada día que vimos. Que nos persigan aos que estamos aquí abaixo é unha vergoña, que aquí non se fai rico ninguén», destacó Lourdes.

en directo entra en vigor el decreto de venta directa de productos agrícolas