Pazos promete arreglar «parte» del problema de la piscina

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CORTÉS

Si cumple antes del día 30, las instalaciones seguirán abiertas

25 oct 2014 . Actualizado a las 14:56 h.

Primeras noticias esperanzadoras en el conflicto de la piscina de A Pinguela. La empresa prometió ayer a los trabajadores y al Ayuntamiento arreglar «parte» del problema antes del día 30, justo en vísperas de que empiece la huelga indefinida que cerraría al público las instalaciones. Al parecer, la plantilla da por bueno ese compromiso y asegura que si se cumple no habrá huelga y el servicio continuará con normalidad durante el mes de noviembre.

El anuncio de este principio llegó ayer por la tarde, unas horas después de que cientos de personas se manifestasen en A Pinguela contra el cierre. El Ayuntamiento lo difundió al final de una reunión en la que participaron el alcalde Severino Rodríguez, los trabajadores y un representante de Pazos, la empresa que gestiona la piscina desde el 2011. Los trabajadores hicieron público su propio comunicado a última hora de la tarde.

Ayuntamiento y trabajadores utilizan las mismas palabras y evitan explicar al detalle qué es lo que prometen los dueños de la empresa. La reivindicación laboral básica de la plantilla es el cobro de las nóminas que les deben por los meses de julio, agosto y septiembre. Si el empresario les garantiza que solucionará «parte» del problema hay que pensar que les promete pagarles por lo menos algo de lo que les debe.

Los portavoces municipales sostienen que si este principio de acuerdo se concreta, Ayuntamiento, trabajadores y empresa ganarán tiempo «para buscar unha solución definitiva satisfactoria para todas as partes».

Amenaza de huelga

Los trabajadores amenazaron con declararse en huelga el 1 de noviembre porque ese día acumularían cuatro meses sin cobrar. Ese es el tope de mensualidades que pueden reclamar como máximo del fondo público de garantía salarial (Fogasa). En paralelo al problema laboral está el de la continuidad del servicio de la piscina. La empresa Pazos está en concurso de acreedores porque no puede hacer frente a sus deudas. El Ayuntamiento intenta encontrar una empresa que pueda llegar a un acuerdo con Pazos para hacerse cargo de la piscina. El alcalde sostiene que la única otra alternativa viable en estos momentos sería una rescisión de contrato que haría inevitable un cierre de varios meses hasta que se resuelve el nuevo concurso.