Open Arms abre el corredor humanitario marítimo a Gaza con 200 toneladas de comida

Mikel Ayestaran ESTAMBUL / COLPISA

INTERNACIONAL

ATLAS TV

El barco español atracará en un puerto cerca de Rafah vigilado por Israel. La comida preparada por la oenegé del chef José Andrés, consiste en arroz, harina, legumbres, verduras enlatadas y proteínas

12 mar 2024 . Actualizado a las 19:22 h.

Después de varios días de espera en el puerto de Lárnaca, el barco de la organización española Open Arms zarpó a primer hora de ayer con destino a Gaza con 200 toneladas de comida de World Central Kitchen (WCK) del chef José Andrés. El trayecto es de 400 kilómetros y esperan cubrirlo en unas 50 horas de navegación. El Open Arms atracará en un puerto provisional construido por WCK cerca de Rafah, cuyo controla estará en manos de Israel, y desde allí se organizará el reparto a otras zonas de la Franja.

La comida preparada por WCK, en colaboración con Chipre y Emiratos Árabes Unidos, consiste en arroz, harina, legumbres, verduras enlatadas y proteínas, y llegará a una Gaza donde «hay medio millón de personas que en la práctica ya sufren hambruna, no hay un flujo comercial de alimentos, los camiones con ayuda humanitaria entran a cuentagotas y tienen muchas dificultades para circular una vez dentro», en palabras de la ONU.

Se trata de la primera experiencia del corredor marítimo y la comida que llega es una cantidad simbólica —entraría en unos quince camiones— para las enormes necesidades que existen en la Franja. El valor del viaje es la apertura de esta nueva vía para la entrada de ayuda.

José Andrés declaró a través de X que «este es un momento para actuar y no para promesas vacías. El mundo necesita unirse a nosotros para brindar la ayuda humanitaria que los palestinos necesitan tan desesperadamente hoy».

Seguridad en manos de Israel

Fuentes oficiales israelíes confirmaron a The Times of Israel la apertura de esta nueva ruta y aseguraron que «tendremos el control de la seguridad de todo el proceso (…) podemos decir lo que queremos y no queremos que entre». Equipos del Shin Bet y de las aduanas de Israel trabajan desde hace semanas en Chipre y supervisan cada uno de los contenedores que se dirigen a la Franja.

Después de cinco meses de guerra y más de 31.000 muertos, Israel mantiene sus pasos por tierra a Gaza cerrados y lo camiones entran con cuentagotas desde Rafah. Las mismas fuentes oficiales confesaron que han accedido a la apertura del corredor por mar ya que «hemos entendido que necesitamos legitimidad internacional para llevar a cabo la campaña contra Hamás, y que «la legitimidad internacional es principalmente la cuestión humanitaria».

Al mismo tiempo, el Ejército de EE.UU. trabaja en un plan para construir un puerto provisional que permita consolidar esta ruta, aunque se mantengan los pasos terrestres, que son la solución más rápida y económica.

Israel tiene en su punto de mira Rafah, en la que han encontrado refugio 1,5 millones de palestinos desplazados del norte y centro de Gaza. Desde el exterior alertan del alto riesgo para los civiles en caso de ataque, pero es la última ciudad que le queda al Ejército por asaltar y confían en encontrar allí a los más de cien cautivos y a los cabecillas del 7 de octubre, que siguen en paradero desconocido.