Noboa apuesta por prisiones al estilo Bukele para aplacar los motines en Ecuador

Héctor Estepa RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Fuerzas de seguridad vigilan el canal TC asaltado el martes por hombres armados, durante la visita este viernes del presidente Noboa.
Fuerzas de seguridad vigilan el canal TC asaltado el martes por hombres armados, durante la visita este viernes del presidente Noboa. HENRY ROMERO | REUTERS

El presidente anuncia dos prisiones de máxima seguridad, pero sus dimisiones distan mucho de las de El Salvador

13 ene 2024 . Actualizado a las 10:11 h.

El presidente Daniel Noboa opta por la mano dura. Las fuerzas de seguridad de Ecuador han lanzado operaciones en algunos de los barrios más conflictivos, como Sociovivienda 2, en Guayaquil, para buscar a miembros de las bandas criminales que han provocado el estallido violento en el país andino. Algunas de esas zonas eran, hasta ahora, territorio vedado para los agentes gubernamentales. Y durante los últimos días se han producido decenas de detenciones.

Son medidas demandadas por un sector importante de la población. Parte de los ecuatorianos ha vuelto la mirada hacia el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y su política contra las pandillas (las llamadas maras) que ha logrado desarticular a esos grupos a la vez que han provocado las críticas de numerosas organizaciones de derechos humanos.

Noboa parece estar dispuesto a mirarse en ese espejo. A principios de enero prometió la construcción de dos prisiones al estilo Bukele. «Son cárceles que van a estar listas en diez a once meses. Van a ser igualitas, porque es la misma compañía, bajo el mismo diseño, que hizo las cárceles de máxima seguridad en México y El Salvador», abundó el presidente. El jueves presentó un dosier con los primeros planos de las prisiones, que planea construir en la provincia amazónica de Pastaza y en la zona costera de Santa Elena. 

Notables diferencias

Sin embargo, hay notables diferencias, al menos, con el Centro de Confinamiento del Terrorismo, la megaprisión que inauguró Bukele en febrero del 2023 y que puede acoger hasta 40.000 presos, según explicó el propio presidente centroamericano. Las dos cárceles que ha presentado ahora Noboa tienen capacidad para 736 reclusos, que serán divididos en tres niveles. Uno de alta seguridad, con 160 celdas de cuatro personas cada una, otro de máxima seguridad (32 para dos personas), y finalmente una zona de supermáxima seguridad con 32 calabozos individuales.

En esta ocasión, el presidente no especificó si las cárceles serán construidas por la misma empresa que levantó las instalaciones en El Salvador, y tampoco puso fecha para la colocación de la primera piedra. Podría encontrarse con problemas. 

Varias organizaciones indígenas han protestado ya contra la ubicación de uno de los centro penitenciarios en Pastaza, y el Congreso se negó este viernes a aprobar una subida de tres puntos del IVA, hasta el 15 %, con el que Noboa pretendía recaudar 1.300 millones de dólares este año para financiar su política de seguridad. Los correístas de Revolución Ciudadana, y los derechistas del Partido Social Cristiano, que, hasta ahora, le habían apoyado, votaron en contra.

Sí se confirmó, la llegada de ayuda de Estados Unidos. Washington enviará en los próximos días a Quito, a la jefa del Comando Sur, la general Laura Richardson, y a algunos de los mayores expertos antinarcóticos del país norteamericano. El objetivo, según el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., es «explorar» la forma en que ambos países pueden «trabajar juntos» para «enfrentar la amenaza que representan las organizaciones criminales transnacionales».

Asimismo, el presidente anunció este viernes que Ecuador pedirá la hoja de antecedentes penales a todo extranjero que intente ingresar al país a través de Perú o Colombia. El Gobierno colombiano, por su parte, se mostró abierto a recibir a 1.500 de sus ciudadanos presos actualmente en Ecuador, como desea Noboa, pero con la condición de no aceptar grupos y revisar caso por caso para garantizar el debido proceso.