Jalisco Nueva Generación se hace con el legado criminal del Chapo y desafía al Gobierno mexicano

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Sus activos rebasan los 20.000 millones de dólares y posee un enorme arsenal

19 jul 2020 . Actualizado a las 09:18 h.

A pesar de su relativa juventud, el cartel Jalisco Nueva Generación (CNJG) es considerado como uno de los más poderosos y violentos de México. Sus activos rebasan los 20.000 millones de dólares y su arsenal tiene tal envergadura que ahora desafía abiertamente la capacidad militar del Gobierno mexicano incluso a través de vídeos propagandísticos. Su estructura criminal es tal que ha conseguido desplazar a la del Chapo Guzmán, preso en Estados Unidos.

El Consorcio Internacional para el Estudio del Terrorismo y su Respuesta Operativa (Start) no se anda con rodeos: el CJNG es el «epítome de una organización criminal internacional moderna», capacitada para convertirse en uno de los mayores grupos criminales del mundo «por su brutalidad y violencia, exhibiciones espectaculares de fuerza, conocimiento de las redes sociales, tácticas cuasi militares y estrategias eficaces de narcotráfico».

La emergencia de este cartel, avisan, no solo tiene implicaciones de seguridad dentro de México, «sino que ofrece un desafío de seguridad significativo para la región y el mundo».

El grupo surgió del colapso y la fragmentación del cartel del Milenio (Sinaloa) y evolucionó rápidamente desde su primera aparición en el 2009 cuando los cuerpos mutilados de tres hombres fueron encontrados dentro de una camioneta en Cancún. Dos años después, el cartel se presentó oficialmente con un baño de sangre: los cuerpos de 35 presuntos miembros del cartel de Los Zetas en Veracruz aparecieron acompañados de un mensaje en el que anunciaban su llegada e intención de «limpiar el estado» y restaurar la ley.

Hoy, el grupo opera en 23 de los 32 estados de México, aunque tiene aliados en todo el país y sigue dirigido por el fundador Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, el fugitivo más buscado por la DEA, que ofrecen la máxima recompensa posible, 10 millones de dólares, por información que conduzca a su arresto.

Ahora mismo, el cartel compite por el control de Ciudad Juárez y Tijuana, dos puntos clave de entrada de contrabando a EE.UU. Ha luchado y derrotado en gran medida a las facciones de Los Zetas y del cartel del Golfo en el centro de México, donde hay grandes franjas de territorio de producción y rutas clave de tráfico se cruzan en Jalisco, Guanajuato y Michoacán. También se han expandido al suroeste, en Quintana Roo y Chiapas, que ahora son territorios por excelencia en los flujos de narcóticos del resto de América Latina.

Start advierte de que el cartel jalisqueño «está bien situado para desplazar a los carteles colombianos como proveedores principales de cocaína y pueden interrumpir y apropiarse de las cadenas de suministro de metanfetamina, heroína, fentanilo y marihuana».