La plantilla viguesa responde a la exigencia física del nuevo sistema, al tiempo que se convierte en uno de los equipos más prolíficos en ataque
24 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Más piernas para correr y más piernas para disparar al arco rival. Este sencillo resumen obedece a dos máximas de la nueva idea de juego implantada por Claudio Giráldez en el Celta. Presionar en campo contrario a partir de un 3-4-3 y replegar en la parcela propia para evitar las contras del rival tiene una importante exigencia física, pero del mismo modo, robar tan arriba posibilita que el equipo esté mucho más cerca del gol. Para muestra, los 13 tiros entre palos de la última contienda ante el Las Palmas.
ESTIMACIÓN
«Vamos dando pasos en el aspecto físico»
La exigencia física del equipo vigués es ahora mucho mayor. Los celestes se plantan en campo contrario, como norma, y desde ahí intentan robar el balón para montar ataques fugaces. «El esfuerzo físico es alto en todos. Parece que en nuestra manera de jugar no se corre, pero yo creo que se corre más», comentó Claudio Giráldez sobre el tema. Porque sus jugadores tienen que apretar al rival y lo hacen defendiendo lejos de su portería. Desde su llegada, se han centrado mucho en este aspecto y un mes después, el técnico louriñés comentó: «Vemos unos valores mejores y vamos dando pasos en el aspecto físico».
RECORRIDO
Una media de 12 kilómetros
Antes del partido con el Las Palmas, la media de kilómetros del conjunto vigués estaba en los 12, una distancia considerable para un futbolista y una cifra que se incrementó en la última contienda en la que los vigueses estuvieron omnipresentes en casi todas las partes del campo, como se aprecia en el mapa de calor del partido. En la segunda mitad, a base de intensidad, robos y contras, borraron del campo al rival. Sin necesidad de tener el balón, un aspecto a tener en cuenta en la filosofía de Claudio Giráldez.
OPORTUNIDADES
16 tiros por partido; 7,7 de media entre palos
De la mano de Claudio Giráldez, el Celta se ha convertido en uno de los equipos que más enfilada tiene la portería contraria. En sus cuatro partidos, el conjunto vigués disparó en 64 ocasiones, de las cuales 31 fueron a portería. Esa cifra da una media de 16 intentos por partido, con casi el 50 % de los disparos alcanzando el objetivo de ir entre los tres palos: 7,7. El partido del sábado ante el cuadro amarillo se llevó la palma con 21 disparos y 13 de ellos buscando la red del conjunto rival. Su frecuencia de tiro fue muy alta, algo que se está convirtiendo en un denominador común desde el cambio de entrenador.
PASES
583,7 de media desde la llegada de Giráldez
El pase es otra de las señas de identidad de este Celta, con un total de 2.335 acumulados desde el partido de Sevilla con una media de 583,7 por contienda. Sin embargo, la mayor goleada llegó el día de menos combinación, porque frente al Las Palmas el equipo se quedó en 344, con un 83 % de acierto, el porcentaje más bajo. Por el contrario, ante el Rayo, los vigueses dieron 762 pases y fueron incapaces de marcar, de ahí que la batalla por la posesión también pueda ser relativa en función del rival. Giráldez ya había conseguido hacer del Celta B un equipo camaleónico.