«Claudio enseña a los jugadores a usar el coco y no solamente los pies»

GRADA DE RÍO

Giráldez, con los cadetes del Porriño a los que dirigía hace más de una década.
Giráldez, con los cadetes del Porriño a los que dirigía hace más de una década. CEDIDA

Futbolistas a los que entrenó el actual técnico del Celta en diferentes etapas, desde los cadetes del Porriño al Celta B, desgranan sus experiencias con el porriñés

24 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Claudio Giráldez ha llegado a Primera a los 36 años tras su paso como técnico por las canteras del propio Celta y del Porriño, así como por el Gran Peña —como club independiente, antes de la firma del convenio con la entidad celeste—. Jugadores que han estado a sus órdenes en las diferentes etapas de su carrera en los banquillos hablan de sus experiencias y coinciden en dos ideas claves: que les dejó huella y que le veían madera para llegar al fútbol profesional.

Davo (cantera del Porriño)

«Con él aprendí a pensar, no solo correr tras la pelota»

David Vicente, Davo, tuvo como entrenador por primera vez a Giráldez hace más de diez años en el Porriño. Primero, en cadetes; luego, en juveniles; más tarde, fueron compañeros en sénior. «Ha sido el mejor entrenador que he tenido, me acuerdo que podía saber en todos los partidos lo que había que corregir para poder ganar. Una persona y entrenador de 10», introduce. Cuenta que irradiaba «amor por el fútbol» y destaca «su facilidad para anticipar lo que puede ocurrir en cada partido».

Habla de una persona cercana, que «ayudaba a cada uno en todo lo posible y siempre estaba atento para tratar de mejorar al equipo». Dice haber aprendido muchísimo de él, pero se queda con una máxima: «Sobre todo, que hay que pensar antes de actuar, no solo correr detrás de la pelota». Asegura que imaginaba que Clau, como le llama, «llegaría a lo más alto con trabajo y suerte, que para quien la merece, llega sola», sostiene. Vaticina que «la Primera española se le va a quedar pequeña» y le desea con el Celta «los éxitos que merece».

Álex Comparada, «Compa», y Henok Abalde (cantera del Celta)

«El fútbol de sus equipos parece mecanizado, de memoria»

Álex Comparada, Compa, y Henok Abalde, de la generación del 2004, vivieron situaciones individuales complicadas en el tiempo que estuvieron con Claudio: el primero, por lesión; el segundo, por falta de protagonismo. «Coincidí con él los tres años de juveniles y fue el técnico que más me marcó. Los dos primeros, donde pasé por dos lesiones, él fue una de las personas que se preocupaba y me ayudaba cada día, sobre todo en la parte mental junto con Laura (Centoira)», rememora; luego estuvo en dinámica de filial y debutó con él, algo que le hace tener un recuerdo aún más especial. «Es un gran entrenador, que tiene muy claras sus ideas y su modelo de juego. Tanto él como su cuerpo técnico son capaces de transmitir esto a los jugadores de tal manera que el fútbol de sus equipos parece mecanizado y de memoria», ahonda. A esto añade que «es muy cercano, trata de cuidar a todos por igual e intenta dar las mismas oportunidades a todos». Mantiene el contacto con él y le agradece que siempre le ha abierto los brazos y le ha «ayudado en muchas decisiones».

Abalde tenía ficha del Juvenil B en la temporada 2021/2022, pero estaba la mayor parte del tiempo con el A del porriñés. «Trabaja mucho lo táctico, analiza a fondo al rival y va preparado para cualquier situación que se dé en los partidos», precisa. Reconoce que él no le daba importancia a esta parcela y aprendió a hacerlo. «No tuve muchos minutos, pero sí absorbí mucho de él y me di cuenta de que trabajar ese aspecto te ayuda a resolver situaciones en los partidos. Claudio te enseña a usar el coco y no solo los pies», profundiza. Dice que siempre estaba dispuesto a hablar y se preocupaba por si tenía algún problema; lo resume todo de forma muy gráfica: «Es un entrenador de la hostia».

Celta Juvenil B 2018/2019, dirigido por el porriñés.
Celta Juvenil B 2018/2019, dirigido por el porriñés. M.MORALEJO

Iván Capelo y Pedro Rey (Gran Peña)

«Te da herramientas para entender el fútbol»

Iván Capelo lo presenta como un apasionado del fútbol: «Solo alguien que lo sea puede preparar un PDF de cuatro páginas analizando cada equipo en ligas no profesionales». Destaca que «sabe llevar una plantilla entera, no solo a 14 o 15; trabaja mucho a sus futbolistas, su estilo de juego, transmite muy bien su idea». Y evoca una charla suya que les hizo «salir al campo con los ojos casi en lágrimas» y le causó una sensación que llevará consigo siempre. Valora especialmente que «se preocupa hasta por la última persona de su equipo, no se olvida de nadie a la hora de querer mejorar cada uno de sus eslabones».

Pedro Rey, del mismo equipo, revela que varios jugadores se fueron a cenar juntos para celebrar la designación. «La sensación con Claudio es que tiene resuelto el juego del fútbol. Ante cada problema, tiene una solución», recalca. Partiendo de que, luego, las herramientas pueden funcionar para ganar o no, «la sensación es de que tenía todo bajo control, que lo trabajado durante la semana sucedía». Considera que tener un entrenador como él «es una catapulta» para jóvenes talentos, como se está viendo con Hugo Álvarez, Sotelo o Damián. «Hay jugadores con grandes cualidades técnicas que no llegan porque no entienden el juego. Claudio te da las herramientas para entenderlo».

Iván Capelo y Claudio Giráldez, con sus premios VIDE de la temporada 2020/2021.
Iván Capelo y Claudio Giráldez, con sus premios VIDE de la temporada 2020/2021.

Thomas Carrique (Celta B)

«Aprendí mucho con él a nivel táctico y a decidir bien»

Thomas Carrique estuvo a las órdenes del actual preparador del primer equipo del Celta la temporada pasada en el filial. «Es un entrenador top y una persona top también. Está muy cerca de sus jugadores en el día a día para ayudarles a que rindan a su mejor nivel», indica. También lo define como «muy detallista y capacitado para hacer que sus jugadores progresen».

En una temporada juntos, le quedó claro que Giráldez «sabe mucho de fútbol y se nota en su manera de jugar, queriendo el balón e intentando dominar siempre en cualquier partido». Se queda con lo mucho que aprendió con él «a nivel táctico». «Me enseñó mucho en cuanto a la manera de decidir bien en función del posicionamiento del rival para hacerle sufrir, sea cual sea el equipo que esté enfrente, y al nivel ofensivo o defensivo». Por todo esto, no le ha sorprendido que llegue a la élite, donde le desea «todo lo mejor» al frente del Celta.

Thomas Carrique, ante la mirada de Giráldez, en un partido del curso pasado.
Thomas Carrique, ante la mirada de Giráldez, en un partido del curso pasado. XOAN CARLOS GIL

«Está sobradamente preparado y estábamos ansiosos por que le dieran la oportunidad»

La alegría por verle en el banquillo del primer equipo celeste es común a todos. «Llevaba tiempo sonando por su buena trayectoria con nosotros, con el juvenil DH y con el filial, así que mentiría si digo que no estábamos ansiosos por que le dieran la oportunidad», subraya Iván Capelo. No duda de que está «sobradamente preparado» y opina que no hay «nadie mejor que él» por sus condiciones de «hombre de casa, con los valores del club y que vive esto como cada aficionado que acude cada partido a Balaídos». Está seguro de que conseguirá «recuperar la identidad e ilusionar a la afición».

Rey recibió la noticia «con euforia» y aunque presagiaba que llegaría a Primera, admite que no creía que fuera a ser tan pronto. «La alegría es doble por haber sido mi entrenador y por ser alguien de la casa. Los que somos del Celta sentimos de manera especial que sea alguien que lleva tantos años en el club y conoce tan bien la cantera». Y comenta que en Sevilla pudo haber salido cruz, pero que Claudio es ejemplo de que «no se escoge cuándo ganar, pero sí cómo perder».

 

«Desde hace más de diez años me imaginaba que llegaría alto como entrenador»

Davo es el que coincidió con Giráldez como entrenador por primera vez hace más tiempo. Y tampoco a él le ha sorprendido su evolución. «Recibí la noticia con mucha alegría, pero no me sorprendió. Desde hace más de diez años, imaginaba que llegaría alto como entrenador», asegura al tiempo que pone el foco en lo mucho que lo merecía y en cómo ha trabajado para llegar hasta donde está.

Henok Abalde, por su parte, apunta que el fútbol siempre es impredecible, pero una cosa le quedó clara: «Llegara o no al fútbol profesional, tiene capacidad de sobra. Por cómo gestionó aquel equipo nuestro y lo que demostró luego en el filial. Su juego habla por sí solo, no hace falta más», afirma. Sí incide a mayores en la faceta personal: «Sabe llevar el grupo, es cercano, entiende los problemas que se pueden dar en un vestuario y sabe resolverlos». Coincide Comparada: «Que esté ahí es el reflejo del buen trabajo que lleva realizando todos estos años. Le deseo los mayores éxitos posibles». En esto último, coinciden los seis.