La cara B de la investidura de Alfonso Rueda: el diputado que se equivocó al votar y pudo rectificar a tiempo

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La tribuna de invitados se llenó en las horas previas a la votación del presidente gallego. Acudieron alcaldes, presidentes de Diputación, amigos del círculo más cercano del presidente, su madre y su mujer

11 abr 2024 . Actualizado a las 21:09 h.

Era difícil o casi imposible equivocarse en una votación nominal que requería una respuesta simple: un no o un sí. Pero Rubén Lorenzo, del PP de Carballo, dijo la misma cosa y la contraria casi en el mismo segundo, quizá confundido por quien la precedía en el uso de la palabra; fue una rectificación fugaz, con reflejos, que se quedó en anécdota y que desencadenó las risas de las bancadas, momentos antes de que, de forma oficial, Miguel Santalices, el presidente de la Cámara, proclamase a Alfonso Rueda Valenzuela como presidente de la Xunta —el sexto de la historia de la autonomía— y diese así oficialidad al fin de la era Feijoo.

Arriba, una tribuna de autoridades puesta en pie, donde estaban la madre y la esposa del presidente, a quien acompañaba en el asiento de al lado Ana Pastor, exministra y expresidenta del Congreso, que pertenece a lo que podría llamarse como la pata negra del PP pontevedrés, un círculo del que también forma parte el propio Rueda y el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

La tribuna de invitados estaba más poblada que el martes. Acudió también Pedro Puy, que durante tantos años desempeñó la portavocía de los populares en el Parlamento gallego, y Rosa Quintana, exconselleira de Pesca. Ambos son diputados ahora en el Congreso.

En el palco de invitados, por la tarde, ya no quedaba casi nadie de los que por la mañana habían ido a escuchar a los grupos de la oposición. Como Camilo Nogueira, exparlamentario europeo del BNG y uno de los padres del Estatuto de Autonomía de Galicia, que recibió un afectuoso saludo de Celso Delgado, diputado en Madrid. También pudo verse en la tribuna de autoridades a Valentín González Formoso, presidente de la Diputación de A Coruña, que no quiso perderse la intervención de José Ramón Gómez Besteiro, su sucesor al frente del PSdeG.

La nota estrafalaria de la jornada, cómo no, vino de la mano del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que lo primero que hizo al llegar al Parlamento fue entrar al hemiciclo para ver dónde se sentaba su compañero Armando Ojea, algo que infringe las normas de la Cámara: esa puerta solo pueden cruzarla los diputados o los medios gráficos acreditados. En la tribuna de autoridades, volvió a infringir las normas al grabar imágenes de la intervención de su diputado, algo que está prohibido. Y cuando aquel concluyó su discurso, soltó un «bravo» que provocó una advertencia del presidente del Parlamento gallego.

Acabada ya la votación, fuera del salón de plenos, Rueda fue jaleado por los suyos al grito de «presidente, presidente», rodeado de todo su equipo de gobierno, ahora en funciones y quién sabe si futuros conselleiros o exconselleiros. Acudieron Lola de Valenzuela, su madre, y también Marta Coloret, su esposa, a quienes abrazó nada más verlas. También acudieron otros amigos del presidente gallego, algunos de su círculo más cercano. Entre los más entusiastas y efusivos estaba Alberto Pazos, el portavoz parlamentario. No falló el alcalde de A Estrada, José López Campos, uno de los que suenan para formar parte de la nueva Xunta de Rueda. Quedan unas 48 horas para salir de dudas definitivamente sobre quién se sentará en el próximo Consello de la Xunta.