Feijoo exige a los concellos mayor control sobre el alumbrado público

m. cheda / m. cedrón SANTIAGO, REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

<span lang= es-es >Flores ante la farola</span>. Ayer seguían colocándose flores en el entorno de la farola que tocó la joven de 14 años y que le provocó la muerte debido a una descarga eléctrica.
Flores ante la farola. Ayer seguían colocándose flores en el entorno de la farola que tocó la joven de 14 años y que le provocó la muerte debido a una descarga eléctrica. XOÁN A. SOLER< / span>

Dice que accidentes como el de Santiago «non poden volver ocurrir»

19 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Lo que le ocurrió a Anna Nieto, la joven de 14 años que la madrugada del lunes murió electrocutada en Santiago, es inadmisible. Con esa postura de base entró ayer el presidente de la Xunta en el debate generado por el fallecimiento de la menor. Implícitamente, además, Alberto Núñez Feijoo, se alineó con las tesis de los ingenieros gallegos, al instar a las empresas que se ocupan en la comunidad de velar por el buen funcionamiento de las farolas a «estremar o mantemento». «E os municipios -apostilló - teñen que facer fincapé en que eses mantementos se fagan de forma escrupulosa». Los concellos son los titulares.

«Pensamos que ese accidente non tiña por que terse producido, e pensamos tamén que non pode volver a ocorrer isto», reconoció el jefe del Ejecutivo autónomo, a preguntas de la prensa, tras la reunión semanal de su Gabinete. En su comparecencia, asimismo, ofreció «a calquera concello que o necesite», no solo al de Compostela, los servicios de la Administración autonómica para llevar a cabo en la red pública de alumbrado auditorías y «comprobacións». Las peticiones, avanzó, se canalizarían básicamente a través del Instituto Enerxético de Galicia (Inega)

Desde la Asociación Provincial de Industriales Electricistas de A Coruña también dicen que los controles «no se realizan todo lo bien que deberían». Pero además matizan que ese no es un problema que ocurra solo en Galicia. Dicen que es un asunto generalizado, acrecentado por los recortes derivados de la crisis. La diferencia que acusan es que cualquier fallo que tenga la instalación es mucho más peligroso en la comunidad gallega. ¿Por qué? Por el clima. Y ponen un ejemplo claro: «Un fallo nunha toma de terra en Alicante pode non xerar o mesmo perigo que en Galicia un día de choiva, e en Galicia chove con moita maior frecuencia que en Alicante», dicen también.

Empresas autorizadas

Otro problema que no debe pasarse por alto, añaden, es que dicho control tienen que hacerlo empresas autorizadas por la Consellería de Industria. La razón es que estas han de cumplir una normativa que las obliga a disponer de aparatos técnicos adecuados para comprobar, por ejemplo, que un diferencial funcione correctamente o para medir en cuántos milisegundos salta una vez detecta un fallo técnico. Además deben tener un seguro de responsabilidad civil y trabajadores cualificados.

Por eso, para realizar esos trabajos no vale cualquiera. Y eso es algo que deberían tener en cuenta los titulares de cada instalación eléctrica, responsables del cuidado. «O problema é que hai quen fai o mantemento con persoal interno, cando debe ser empresas autorizadas», añaden.

Recuerdan lo que establece el reglamento del 2002, que indica que la instalación eléctrica que supere los 5 kilovatios debe ser sometida a la inspección de una empresa certificadora (OCA). En caso de que esta detecte algún fallo deben arreglarlo cumpliendo los plazos. De todas formas cuando el fallo detectado es muy grave, como medida preventiva, debe de cortarse el suministro en la línea correspondiente para evitar tragedias.

Otro de los problemas que suelen ser habituales en la comunidad es que los ladrones de cobre roben también las piquetas que conectan la línea por la que va la corriente a tierra.