«Unaligned» Demoledora y brutal honestidad

FUGAS

cedida

El cuarteto femenino Agoraphobia publica hoy «Unaligned», un concluyente segundo disco en el que se muestran más compactas y viscerales que nunca

04 oct 2019 . Actualizado a las 12:14 h.

Presumía Calamaro en el 99 de «honestidad brutal». Léase junto o por separado, también ahora podrán hacer lo propio Agoraphobia. Unaligned, el disco que hoy publican es exactamente eso: honesto y brutal. Una suerte de exorcismo existencial narrado en diez episodios sonoros de altísima intensidad, en los que los aullidos del averno transmutan en unas guitarras más densas que nunca, en bajos atormentados por la distorsión y en unas bases rítmicas que se adentran, salvajes, hasta las mismísimas entrañas.

Si en Incoming noise ya dejaban claro que concesiones, las justas, en Unaligned van un paso más allá. Se trata de un disco más visceral, más opresivo, hiriente en su ejecución y en su concepto. «Es un disco muy, muy personal», confiesa Susana Saavedra, vocalista de la banda. Un disco en el que entremezclan los temores y los sueños, las incomprensiones y los anhelos. Todo ello manifestado con una rabia y una intensidad voluntariamente incontenidas. «No nos hemos quedado cortos en nada», dicen. Y doy fe.

Unaligned reafirma aquellos prometedores atisbos de identidad que se intuían en el primer disco de Agoraphobia. A ello no es ajeno, ni mucho menos, el quehacer de Iago Lorenzo, productor de este trabajo y -aunque de momento se resista a figurar en las fotos- a todos los efectos quinto componente de la banda, también en directo. De su mano nacen esas atmósferas que casi se mascan y esos muros sónicos, por momentos cercanos al nu-metal, que soportan la pesada arquitectura, en un in crescendo casi infinito, de estas canciones.

Nu-metal, stoner, post hardcore, grunge... Hasta ecos de las riot grrrls asoman en los diez cortes de este Unaligned. «Nosotras preferimos simplemente llamarlo rock alternativo», puntualiza Susana Saavedra.

Inevitable -y por qué no, también gratificante- es advertir influencias no siempre disimuladas de algunas de las bandas que forman parte de su más preciado acervo musical. Es el caso de Limp Bizkit, Linkin Park y, en este disco más que nunca, Smashing Pumpkins. De la banda de Billy Corgan heredan Agoraphobia una sugerente componente atmosférica y una vertiente más sensorial que atempera, sin edulcorar, algunos de los cortes de este nuevo disco.

Tampoco ninguna de las canciones de este Unaligned esconde o se avergüenza de su melodía. Desaparecen, eso sí, por momentos, bajo la abrumadora presión de esa apisonadora sonora que conforman las guitarras y la poderosísima base rítmica. Pero al poco asoman de nuevo, sin atisbos de fragilidad, sustentadas y defendidas con rotunda potestad por una voz que no solo gana en decibelios, sino también en registros.

No debería ser solo casualidad que la gira de Unaligned comience en el Reino Unido. Es este un disco tremendamente exportable. Y no solo por el hecho de estar cantado íntegramente en inglés. Un disco muy de su tiempo. Y de los que vendrán. Airado y enérgico. Como una tormenta enfurecida que te pilla en medio de una encrucijada. Y ahí Agoraphobia atina con el sendero escogido. De perdidiñas, nada de nada.