Los concellos de la provincia de A Coruña adeudan 73,2 millones en facturas sin liquidar

s. lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

FERROL CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Los pagos pendientes a sus proveedores aumentaron en 8 millones en el 2023

22 abr 2024 . Actualizado a las 20:57 h.

La carga que suponen para las cuentas de los ayuntamientos las facturas pendientes de pago creció de forma notable en el 2023. Los concellos de la provincia de A Coruña cerraron el ejercicio con deudas por importe de 73,2 millones de euros con las empresas con las que contratan, lo que implica un incremento de 8,31 millones sobre la suma de la que acumulaban en diciembre del 2022 por ese concepto. En algunos concellos, las nuevas corporaciones que salieron de las urnas en las municipales de mayo cerraron el año con una hipoteca más abultada de la que heredaron de sus predecesores.

MARCOS MÍGUEZ

Según se deduce del desglose de los datos recopilados en el último informe de Hacienda, ese repunte del 12,8 % durante el 2023 se nutre de la escalada de la deuda en los municipios más pequeños de la provincia, porque las dos ciudades con mayor censo rebajaron su carga. A Coruña pasó de acumular facturas sin liquidar por 13,65 millones al cierre del 2022 a reducir esa deuda a 8,51 millones en diciembre pasado. Y Santiago rebajó la suya en algo más de un millón, dejando en 10,37 millones unos pagos pendientes con los proveedores que a finales del 2022 sumaban 11,52. En cambio, el debe de Ferrol aumentó de 3,65 millones de euros en diciembre del 2022 a 5,34 millones 12 meses después.

Además de las tres ciudades, en el 2023 —año con doble convocatoria electoral— otros cuatro ayuntamientos de la provincia superaron el umbral de los 2 millones en facturas sin pagar a sus proveedores. Esa relación la encabeza Arteixo, con una deuda en diciembre pasado de 2,91 millones. Le siguen Betanzos, con pagos pendientes por 2,64 millones; Teo, que adeuda a sus suministradores 2,46 millones; y Sada, con facturas que suman 2,01 millones. Aunque la evolución de esa carga fue desigual durante el pasado ejercicio. De estos cuatro concellos, al menos en tres se disparó la deuda durante el 2023. Son Arteixo, donde aumentó de 1,68 millones a los referidos 2,91; Betanzos, donde escaló de 1,06 millones a esos 2,64; y Teo, donde subió de 2,28 millones a 2,46. El comportamiento del otro concello de ese grupo, Sada, es una incógnita, porque Hacienda no recoge el dato actualizado de su deuda.

JOSE PARDO

Entre los que lograron rebajas más significativas en el importe de sus facturas sin pagar destacan Boiro, que bajó de 3,8 millones a 1,65; y Oleiros, que culminó el 2023 casi con la tercera parte de la deuda que tenía en diciembre del 2022, al pasar de 1,87 millones a 651.425 euros. En cuanto al resto de ayuntamientos con mayor peso poblacional, superan el millón tanto Narón (1,8), como Ames (1,09), Ribeira (1,45) y Carballo (1,7). Los cuatro vieron crecer su deuda durante el 2023.

La mayoría pagan en plazo

Las administraciones locales también siguen avanzando en la tarea de disciplinar sus pagos, aunque en la provincia aún son 19 los que demoran sus liquidaciones más allá del plazo de 30 días que establece la ley sobre morosidad. Encabeza esa relación Santa Comba, que en diciembre pagó el 117 días. Le siguen Mugardos (93), Betanzos (88), Culleredo (81), Boiro (74), Malpica (62), Vimianzo (60), Cerceda (56), As Pontes (50), Cambre (48), Teo (44), Pontedeume (43), Porto do Son y Negreira (ambos con 38), Sada (37), Santiago y Arzúa (36), Ares (33) y Camariñas (32).

MIGUEL VILLAR

Alberto Vaquero:  «En los pequeños municipios, el gasto corriente va primero»

Los pequeños ayuntamientos de la provincia son los que registran un mayor incremento del importe de las facturas pendientes de pago a las empresas. Alberto Vaquero, profesor de Economía Aplicada en la Universidade de Vigo y codirector de la Red Localis, explica que «no es que esos ayuntamientos sean morosos, es que allí el gasto corriente va primero. Voluntad seguro que hay». Vaquero es autor de un estudio de la Red Localis en el que analizó la problemática de la dilación en los plazos del período medio de pago. En aquel trabajo, que puso el foco en el período comprendido entre los años 2014 y 2017, ya daba cuenta de las importantes diferencias entre municipios en función de su tamaño poblacional. Así, mientras en los de más de 20.000 habitantes el incremento del importe de la deuda con los proveedores no superaba el 11 % —en los concellos de 20.001 a 50.000 vecinos el repunte bajaba incluso al 6 %—, en los ayuntamientos gallegos con menos de 5.000 esa carga había aumentado un 72 %. Esos concellos de menos de 5.000 habitantes sumaban el 33 % del importe global de pagos pendientes a los proveedores de los municipios gallegos. El estudio advierte de las «importantes implicaciones» que tiene para el propio funcionamiento de la administración local que tenga elevados importes adeudados, «por la más que probable reticencia de los posibles proveedores a contratar con el ayuntamiento».

El informe también destacó que los ayuntamientos más pequeños adeudaban a sus proveedores una media de 64 euros por vecino, frente a los 41 de las siete principales ciudades. Alberto Vaquero ya resaltó entonces el «importante esfuerzo de los ayuntamientos gallegos por presentar esta información», cuando en el 2014 solo 7 de cada 10 la remitían al Ministerio de Hacienda. Destaca que este dato «señala la fuerte apuesta de los municipios gallegos por mejorar sus niveles de transparencia y de información pública a la ciudadanía».

Esa mayor disciplina contable también se refleja en que cada vez un mayor número de ayuntamientos liquidan sus facturas dentro del plazo legal de 30 días que fija la ley sobre morosidad. «Es un plazo demasiado corto para los concellos pequeños y les cuesta más. No es que les falte dinero, pero les falta liquidez en caja», expone Vaquero.