El obispo de Mondoñedo-Ferrol celebrará el Jueves Santo lavando los pies a reclusos de la cárcel de Bonxe

FERROL CIUDAD

El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, en el centro de la imagen, esta mañana durante la celebración de las Conversas no Parador, que organiza el Club de Prensa de Ferrol.
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, en el centro de la imagen, esta mañana durante la celebración de las Conversas no Parador, que organiza el Club de Prensa de Ferrol. JOSE PARDO

Fernando García Cadiñanos llama al conjunto de la sociedad a no cerrar los ojos ante «quienes más sufren» y a luchar «contra la soledad» para prevenir dramas como el de los suicidios

13 mar 2024 . Actualizado a las 18:39 h.

El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, celebrará el Jueves Santo lavando los pies a reclusos de la cárcel de Bonxe. El prelado presidirá en la prisión ubicada en el municipio de Outeiro de Rei una Eucaristía que se celebrará, en el corazón de la Semana Santa, a primera hora de la mañana del día 28. Un acto cuya celebración confirmó el propio obispo en el transcurso de los Diálogos no Parador, que organiza el Club de Prensa de Ferrol; un gesto -rememoración del día en el que Cristo lavó los pies a sus Apóstoles- con el que García Cadiñanos quiere hacer un llamamiento al conjunto de la sociedad para no cerrar los ojos ante «quienes más sufren».

García Cadiñanos (Burgos, 1968), uno de los prelados españoles más jóvenes, es obispo de Mondoñedo-Ferrol desde julio del 2021. Y desde su llegada al episcopado ha destacado por su vocación de mantener un estrecho contacto personal con los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Una vocación que le ha llevado desde a crear pisos de acogida para reclusos que comienzan a reincorporarse a la sociedad hasta a manifestarse por las calles de Ferrol, detrás de una pancarta, reclamando «trabajo digno» para quienes nada tienen.

Durante su encuentro con los periodistas en el marco de los Diálogos no Parador, el prelado llamó también a luchar «contra la soledad» que está cada vez más presente en la sociedad de nuestro tiempo, así como a luchar, en todos los ámbitos, contra el drama de los suicidios. Un drama, este último, que, como el propio obispo recalcó, nace siempre de la «desesperación» y de la «injusticia».

Solidaridad con los migrantes

Recién elegido, en el seno de la Conferencia Episcopal Española, máximo responsable de la comisión que se encarga del área de Migraciones, García Cadiñanos subrayó durante las Conversas no Parador que los migrantes no son un problema para la sociedad española, sino algo bien distinto: un bien para un país de natalidad muy escasa en el que, en muchos ámbitos, ya falta mano de obra.

Pero, por encima de cualquier otra cosa -remarcó el obispo-, los migrantes son «personas que, con su llegada, nos enriquecen a todos», tanto humanamente como en el aspecto cultural.

Iglesias de puertas abiertas

En otro orden de cosas, García Cadiñanos también anunció en las Conversas no Parador que la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol está estudiando nuevas fórmulas para lograr que las iglesias de mayor valor patrimonial artístico, y en especial las que están junto a los caminos de peregrinación, puedan estar abiertas el mayor número de horas posible, con el fin de que puedan ser visitadas por quienes lo deseen. Fórmulas, señaló, que pasan desde por la búsqueda de acuerdos con diferentes administraciones públicas para lograr el apoyo de personal encargado de abrirlas y de mostrar el patrimonio que atesoran, hasta por fomentar la incorporación de voluntarios de diferentes perfiles a las tareas de dar a conocer la arquitectura y el arte de los templos.