Acnur acusa al Gobierno de ignorar la petición de asilo de los inmigrantes de Chafarinas

Ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La entidad de la ONU para los refugiados y varias oenegés insisten en que las entregas a Marruecos fueron ilegales

18 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) sostiene que el Gobierno español ignoró las peticiones de asilo de los siete inmigrantes que llegaron a las islas Chafarinas, bajo soberanía española, y que devolvió el pasado miércoles a Marruecos. La portavoz de la agencia de la ONU en España, Rosa Otero, señaló ayer que las expulsiones «contravienen la ley». Explicó que su organización así como una abogada de la oenegé Coordinadora de Barrios que se encargó de la situación de los siete subsaharianos informaron al Ministerio del Interior para que se permitiera la presentación de las peticiones de asilo. Desde el departamento que dirige Jorge Fernández Díaz, agregó la portavoz, la respuesta fue que harían «todo lo posible» para atender la demanda. Poco después fueron expulsados y entregados a las autoridades marroquíes.

Acnur considera que hubo «una denegación de acceso al procedimiento» para la petición de asilo, algo que, según dijo la portavoz en la cadena Ser, ha dejado «muy preocupado» al organismo de Naciones Unidas. La oficina para los refugiados confía de todos modos en que España tome las medidas para «reparar la situación creada» con estos siete africanos que llegaron el martes en una lancha neumática a la isla del Congreso, a cuatro kilómetros de la costa marroquí y a algo menos de treinta millas náuticas de Melilla. Los subsaharianos, de acuerdo a la versión ofrecida por la Delegación del Ejecutivo en Melilla, rajaron la lancha para naufragar en los islotes, que están vigilados de forma permanente por un pequeño destacamento militar de una treintena de personas.

No hubo petición

El Ministerio del Interior contradice, sin embargo, esta versión porque alega que nunca hubo petición oficial de asilo de los inmigrantes, procedentes de Mali y Congo, países envueltos en sendas guerras civiles. Pero la oenegé Coordinadora de Barrios argumenta que tiene un fax certificado enviado al Ministerio con la solicitud.

La Delegación del Gobierno en Melilla señaló en un comunicado posterior a la entrega de los africanos a la gendarmería marroquí que se había cumplido «escrupulosamente la legalidad vigente». Indicó que un abogado, un intérprete y una funcionaria de la delegación del Gobierno se acercaron el martes a la isla del Congreso para cumplimentar todos los trámites de expulsión.

Una versión que tampoco compartió la oenegé Prodein, que sostuvo que devolver inmigrantes que habían llegado a las Chafarinas es «absolutamente ilegal» porque las islas son «territorio español», algo que no admite discusiones, a diferencia de lo que ocurre con las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, que según Interior no lo son. Las oenegés que operan en la ciudad norteafricana llevarán el asunto a los tribunales para intentar determinar quién ordenó la expulsión de los subsaharianos.

Los inmigrantes fueron trasladados por los gendarmes a la comisaría de Nador, donde aún permanecían ayer. De esta ciudad del norte de Marruecos serán trasladados a Rabat, desde donde serán expulsados a sus países de origen.