Tras el reciente cumpleaños del primer accionista de Inditex y la marcha de Telefónica de César Alierta se han disparado como setas los análisis sobre si hay relevo generacional o no
03 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Tras el 80 cumpleaños del primer accionista de Inditex, Amancio Ortega, y la marcha de Telefónica de su presidente, César Alierta, se han disparado como setas los análisis sobre si hay relevo generacional o no en las grandes compañías del país. Al hilo de esta realidad ustedes deben de saber que ha quedado comprobado: la edad que hoy equivale a los 65 años de 1900, está comprendida entre los 81 y los 91 años. Esta afirmación aparece en un estudio de José Antonio Herce, profesor de Economía de la Universidad Complutense de Madrid, director asociado de Analistas Financieros Internacionales (institución de cabecera para los distintos Gobiernos que pasaron por la Moncloa), vocal de expertos del instituto Aviva y presidente del consejo del comité de expertos del Instituto BBVA de Pensiones. Aunque se pensase que el punto de vista de Herce pudiese estar vinculado con intereses de instituciones financieras o aseguradoras, lo cierto es que dice verdades como puños: «No se puede negar que un individuo de 65 años en la actualidad es bastante más joven que otro de su misma edad hace 50 años, y no digamos si se compara con la situación de hace un siglo».
El estudio revela que en 1900 menos del 30 % de una generación llegaba a los 65 años. Hoy, ese porcentaje asciende al 90 %, y aquel porcentaje (del 30 %) se corresponde con los que hoy llegan a los 90 años.
Así que una de las conclusiones es la siguiente: «El desarrollo de la longevidad en el último siglo ha permitido comprimir la mortalidad en edades cada vez más avanzadas a un ritmo que no va a desfallecer. Se prevé que la mayor parte de los individuos sobrevivirán hasta edades centenarias en el presente siglo y que el período de senectud que precede a la muerte será cada vez más corto». El profesor entiende que el problema no es que vivamos más años y en mejores condiciones de salud, sino que nos neguemos a adaptar nuestros sistemas económicos y sociales a la realidad de una creciente longevidad que, en el fondo, es una buena noticia. El envejecimiento y la contracción de la población activa -se calcula que en España pueda reducirse en 900.000 personas hasta el 2025- dificultarán tanto la renovación generacional de la fuerza de trabajo en las empresas como la necesaria adaptación a la digitalización de la economía. Pero, por el contrario, puede representar un alivio a la situación de los parados antes de que se acabe la década actual. Nada más lejos de mi intención que utilizar el argumento del profesor para dar ideas de ajustes a Rajoy, Sánchez, Iglesias, y Rivera. Lo digo porque se supone que, pese a su incapacidad de pacto de gobierno, alguno de ellos lo hará. Y ojo, aquí se demuestra que la incapacidad no es cuestión de edad. Si no de actitud, inteligencia, destreza, falta de egoísmo, conocimiento y saber hacer. Eso se tiene o no se tiene. Un apunte más: en Inditex nadie rechista a Amancio Ortega.
sofia.vazquez@lavoz.es