La recuperación mundial se atasca

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Las dificultades de la eurozona para encontrar la casilla de salida de la crisis y la recaída de Japón alimentan las dudas sobre la solidez de una reactivación que no acaba de cuajar

23 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis años de penurias, y montañas de sacrificios después, el precipicio sigue ahí. A la vuelta de la esquina. Por mucho que algunos se empeñen en ver solo los rescoldos, las llamas de la crisis no se han apagado. La amenaza de una tercera recesión pende sobre nuestras cabezas. Y el mundo posa otra vez sus ojos sobre la eurozona. Preocupado.

La Europa del euro sigue siendo una rémora. Y, esta vez, España no es el problema. Si hasta recibe elogios y despierta admiración, como recuerda el Gobierno siempre que puede.

Ahora, los problemas hablan italiano. El primer ministro Renzi no ha dado aún con la tecla. Y, lo que es peor, se llena la boca hablando de reformas. Pero, se queda en eso. En las promesas. Y francés. Porque también en Francia siguen buscando la senda del crecimiento y postergando las reformas mil veces prometidas. Para desesperación germana.

Todos -menos Alemania, por supuesto- tienen claro que la austeridad a ultranza no es el camino. Que ya ha pasado el tiempo suficiente para constatar que las políticas auspiciadas desde Berlín no funcionan. Que no solo ahogan el crecimiento, sino que, además, tampoco contribuyen a enderezar las cuentas ni a embridar la deuda. Toca buscar soluciones. Combinar el saneamiento de las finanzas con los estímulos al crecimiento. Difícil misión.

Pero, no solo en Europa se cuecen habas. Lejos del Viejo Continente tampoco andan las cosas como para tirar cohetes.

Más leña al fuego

La última piedra en el camino de la economía mundial la acaba de poner Japón. Su recaída (vuelve a estar en recesión, la cuarta desde que estalló la crisis) ha avivado las -muchas- dudas sobre la solidez del terreno en el que hunde sus raíces la ansiada recuperación. Y eso que allí no han escatimado en gastos para salir del pozo. Pero ni por esas. La política ultraexpansiva del primer ministro Shinzo Abe -la famosa Abenomía- ha fracasado. No ha conseguido sacar a la tercera potencia económica del mundo de la deflación, un pantano en el vaga desde hace ya más de una década.

Puede que al final los líderes mundiales se inspiren y la tercera recesión se quede solo en una amenaza. Pero mucho tendrán que correr para evitar un largo estancamiento.