Cuando la lotería toca en forma de unos kilos de almeja

R. E. / M. H. VILAGARCÍA / RIBEIRA

ECONOMÍA

02 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Kiko y Manuel, dos mariscadores de Boiro y A Pobra, no se imaginaban ayer, cuando se levantaron, que se iban a convertir en héroes para sus compañeros de profesión. Los dos rañeiros decidieron iniciar la campaña en el banco de Cabío, y allá se fueron. Volvieron a tierra con los topes de todas las especies, y eso mereció que en el muelle los tratasen como los favoritos de la fortuna. «Tocouvos a lotería muchachos», les decían sus compañeros. Y es que ayer no resultaba sencillo encontrar a quien hubiese logrado coger los topes de todas las especies ni en Cabío ni en ningún otro lugar. Ruperto Costa, el patrón mayor de Cambados, forma parte del selecto club de los afortunados que reunieron los topes. «Pero levounos ata as doce e media. O primeiro día de campaña e chorando... Isto pinta moi mal», afirma.

Lino cumplía ayer años de profesión. «Hai vinte anos, un día coma hoxe empecei a ir ao mar», recordaba en la lonja de Vilanova mientras clasificaba las magras capturas del día. A primera hora de la mañana había puesto su barco rumbo a Os Lombos do Ulla, pero dio la vuelta antes de bautizar el raño en aquellas aguas. «A xente xa nos dixo que non había nada e dimos volta». En O Bohído, a un tiro de piedra de Vilanova, no encontraron el marisco previsto. Algo hay, señala, pero teniendo en cuenta la masificación a la que se va a ver sometida la zona, no tardará mucho en agotarse. Aunque a él no le fue muy bien, la jornada le salió algo mejor que a Ramón, de A Pobra, que junto con su compañero reunió dos kilos de almeja roja y 700 gramos de babosa en Cabío. «O que traemos e nada é o mesmo», explicaban. Tampoco Cristian, que a eso de las once atracaba en Carril, tuvo suerte, y volvió a tierra con un puñado de almeja. Adrián, que consiguió en el mar «dous quilos de babosa para dous homes».