Joaquín Torres liquida su inmobiliaria coruñesa

G. L. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La firma se encontraba en concurso de acreedores voluntario desde el pasado mes de enero

29 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Acostumbrado a diseñar viviendas para sus clientes, el arquitecto más mediático del país, Joaquín Torres, está estos días de reformas en su propia casa, en concreto en el grupo empresarial que dirige. El último movimiento ha sido la disolución de A-cero Inmobiliaria, una firma con domicilio social en A Coruña, que se encontraba en concurso de acreedores voluntario desde el pasado mes de enero. Dentro de este proceso, el magistrado del Juzgado de lo Mercantil número 2 de la ciudad, Roberto Niño, acaba de decretar la apertura de la fase de liquidación, con lo que se aparta a Torres como administrador de la sociedad y se declara la disolución de la firma, como recogía ayer el Boletín Oficial del Registro Mercantil.

Una firma «residual»

Fuentes de A-cero, sin embargo, restan trascendencia a este trámite y subrayan que se trata de una compañía «residual» dentro del conglomerado empresarial del afamado arquitecto, que cuenta con estudios en A Coruña y Madrid, una planta en Valencia donde fabrica una línea de viviendas modulares y una pequeña oficina en Dubái. Remarcan que la sociedad en proceso de disolución «no tenía actividad ni empleados», al tiempo que insisten en desligar su suerte de la del estudio de arquitectura coruñés, en el que trabajan más de una veintena de profesionales. En esa línea, descartan que se vayan a producir despidos en una plantilla que ronda los cien empleados.

Impagos de sus clientes

En enero, cuando se solicitó el concurso de acreedores para A-cero Inmobiliaria, desde la empresa apuntaron directamente a los impagos de algunos de sus clientes, principalmente promotoras, como la causa que obligó a suspender pagos.

Aunque adquirió notoriedad con el diseño de la exclusiva urbanización La Finca, refugio de empresarios, políticos y deportistas de élite en Somosaguas (Madrid), la popularidad entre el gran público le llegó con sus intervenciones en diferentes programas de televisión. En los últimos años, el arquitecto -hijo de Juan Torres, socio fundador de ACS- ha diversificado su negocio con la apuesta por la comercialización de una gama de viviendas modulares.

En el ejercicio del 2012, el último del que hay cifras disponibles, A-Cero Inmobiliaria facturó más de 3,7 millones de euros, con un beneficio de casi 25.000 euros, según los datos sobre la empresa que figuran en el Registro Mercantil.