Los hackers que consiguieron burlar las medidas de seguridad robaron 20.000 direcciones de correo electrónico, además de otros datos relacionados con las personas que se dan de alta en la web del supervisor
25 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.«Lamentamos informarle de que se ha producido una violación de las normas de seguridad en la base de datos de la página web del Banco Central Europeo». Con ese escueto mensaje, enviado a los usuarios de su página, se confesaba ayer el BCE víctima de un ataque de piratas informáticos. Después se supo que los hackers que habían conseguido burlar las medidas de seguridad robaron 20.000 direcciones de correo electrónico, además de otros datos relacionados con las personas que se dan de alta en la web del supervisor, entre otras cosas para asistir a seminarios y otros actos organizados por el BCE. Entre los damnificados del pillaje figuran también un buen número de periodistas.
Dinero a cambio de los datos
En la sede del supervisor nadie se había percatado del robo hasta que los que lo perpetraron enviaron una correo anónimo solicitando dinero a cambio de los datos. No tuvieron suerte. Como era previsible, el BCE se negó al chantaje y puso los hechos en conocimiento de la polícia germana, que ya ha tomado cartas en el asunto y rastrea el ciberespacio en busca de los culpables.
En cualquier caso, la entidad que pilota el italiano Mario Draghi precisó que en el ataque no se «han visto comprometidos sistemas internos ni datos sensibles para el mercado». Y es que, la parte de la web que fue pirateada se encuentra «físicamente separada de los sistemas internos del Banco Central Europeo».
Con todo, la autoridad monetaria se ha puesto en contacto vía correo electrónico con las personas cuyos emails u otros datos de contacto (teléfonos o direcciones postales) pueden haberse visto afectados por el ataque y está cambiando todas las contraseñas como medida de precaución.
«La policía alemana ha sido informada y hemos dado los pasos necesarios para que una situación así no vuelva a repetirse», rezaba el correo que el banco hizo llegar ayer a su lista de contactos.