DeChambeau toma ventaja en el Masters de Augusta

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Mike Blake | REUTERS

El norteamericano cierra el día líder, con Scheffler brillante, Rahm algo incómodo y Tiger Woods, que no pudo acabar su ronda, entre ovaciones

12 abr 2024 . Actualizado a las 01:58 h.

La alerta por tormentas, el único peligro meteorológico al que guarda respeto Augusta National, pospuso este jueves dos horas y media el inicio del Masters. No fue de madrugada, sino ya por la mañana, cuando hicieron la salida de honor desde el primer tee las leyendas Jack Nicklaus, Tom Watson y Gary Player. Este último, el caballero de negro, a sus 88 años, quiso compartir una reflexión, la de quien ha visto tanto golf y ha vivido tanta gloria y tanto drama, que se siente legitimado para dar consejos: «Tenemos que reducir el vuelo de la bola 50, 60 yardas (45, 54 metros). El concepto del juego, su historia, los pares 5, 4 o 3, han desaparecido. No hay más pares 5 porque estos jóvenes están tirando hierros 8 [de segundo golpe a green]. Estamos cambiando toda la historia de este juego». Refuerza la tesis de que la mayor preparación física de los jugadores y la evolución del material de los palos propician una mayor distancia y dejan obsoletos los campos. Por eso ya desde el 2002 la sede del primer grand slam del año aceleró sus cambios, con calles más largas, una revolución que generó un debate encarnizado, por si aquello mancillaba un campo sagrado. Esta vez solo se ha retrasado la salida del 2 unos nueve metros. Y, mientras el eco de la voz de Player se escuchaba en varias partes del campo, el forzudo que mejor encarna el peligro de los pegadores, Bryson DeChambeau, comenzó la vuelta de su vida en Augusta, hasta firmar 65 golpes (7 bajo par), con lo que lidera el torneo tras terminar la jornada del jueves, con algunos jugadores con hoyos pendientes para disputar este viernes (Movistar Golf, hoy 15.30, y mañana y el domingo, 18.00; Movistar Golf 2, 21.00 hoy y mañana, y 20.00 el domingo, y #Vamos, hoy, 22.30, y mañana y el domingo, 23.00).

DeChambeau, uno de los estandartes de LIV Golf, el circuito rebelde, disfrutó de un campo receptivo por la lluvia caída durante las horas anteriores al inicio de la jornada, lo que impide que los greenes parezcan de cristal. Pero no está solo. Scottie Scheffler, el número uno mundial, también completó su ronda (66) y figura segundo tras una jornada en la que el sol fue abriéndose paso y el viento, con rachas de 40 kilómetros por hora, envenenó muchos tiros.

Esas ráfagas desviaron algunos golpes de Jon Rahm, el defensor del título, enemistado durante gran parte del día con los hierros, un palo imprescindible en Augusta, donde se puede perdonar una mala salida, pero resulta más difícil de arreglar un segundo golpe defectuoso. Así transcurrió su ronda, entre muecas de insatisfacción hasta su 73. Entre los españoles, Sergio García firmó el par y Chema Olazábal +5.

Ya por la tarde salió a jugar Tiger Woods, cuya sola presencia, a los 48 años y con las secuelas de su grave accidente de coche del 2021, ya es una fiesta. Ofreció golpes sensacionales, levantó ovaciones y avivó la fe de los creyentes en un último milagro. Cuando al final, después de 13 calles, entregó una tarjeta de -1, tenía en su contra que este viernes debe completar los cinco hoyos pendientes de la primera ronda y otros 18 de la segunda.