Álvaro Prieto, el hijo de lucenses «bueno y responsable» que perdió la vida en la estación de Santa Justa

G.V. REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Córdoba CF

«No se metía en problemas», aseguraban sus padres, que nacieron en Lugo, de donde se fueron hace treinta años. El joven, hallado sin vida entre vagones en Sevilla, acababa de empezar sus estudios universitarios, formaba parte de una hermandad y de la cantera del Córdoba

17 oct 2023 . Actualizado a las 17:28 h.

Desapareció sin dejar rastro el pasado 12 octubre en Sevilla. Quería coger un tren en la estación de Santa Justa tras una noche de fiesta para volver a Córdoba. Un regreso a casa que nunca sucedió. La autopsia ha confirmado este martes que Álvaro Prieto murió electrocutado al tocar la catenaria del tren al que se había subido. El lunes, un equipo de reporteros de RTVE había localizado su cuerpo de modo fortuito entre dos vagones.

Álvaro Prieto López era un joven deportista de 18 años, hijo de un matrimonio lucense, que formaba parte del equipo juvenil de División de Honor del Córdoba FC. Su club se unía este lunes, de inmediato, al dolor de la familia. «Nuestro más sincero pésame a la familia, amigos y compañeros del equipo de Álvaro Prieto. Tienen nuestro apoyo incondicional. Y agradecer a todos por acompañarnos en estos difíciles momentos», decía en un comunicado el CEO del club andaluz, Antonio Fernández Monterrubio, que aprovechaba para pedir respeto también para sus compañeros del equipo juvenil. «Hay más de ocho menores de edad y pondremos todos los medios para que puedan superar estos duros momentos». La cantera del Córdoba ha suspendido todos los entrenamientos de este lunes. Esas dinámicas de las que formaba parte Álvaro, como rápido extremo, y a las que estaba a punto de regresar tras una lesión. Los suyos esperaban la vuelta de su pichichi. «Le acababan de dar el alta», dijo su padre Rafael Prieto a Informativos Telecinco. Los suyos desplegaron pancartas sobre el césped con el número de teléfono para ayudar a encontrarle en esta última jornada. Incluso se le dedicaron goles esperando una vuelta que ya no podrá ser.

La muerte de Álvaro ha conmocionado a su equipo y a su club, pero también a la Universidad de Córdoba, donde hacía apenas un mes había empezado sus estudios superiores. «Profundamente conmocionados por la dramática noticia del fallecimiento de Álvaro Prieto, estudiante de Ingeniería Mecánica», decía el rector, Manuel Torralbo, en un comunicado en el que transmitía «la tristeza y desolación que nos sacude tras este desgarrador desenlace de su desaparición el pasado 12 de octubre». Antes, su vida escolar había transcurrido durante varios años en el Colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús en el centro de Córdoba.

Los padres de Álvaro, que nacieron en Lugo, pero llevan 30 años en la ciudad andaluza, no descansaron desde que se le perdió la pista. En todo en momento, tanto los progenitores como su hermana descartaron una desaparición voluntaria basándose en que el entorno del chico era estable. Los pocos datos recabados demostraban, bajo su criterio, que el joven quiso regresar a casa en todo momento. «Es un chico normal. No se metía en problemas», resumía su padre, conocido jurista de la capital cordobesa.

Su madre también tenía claro que algo malo le había sucedido. Julia López aseguraba en Onda Cero que el joven tenía que haber subido a un coche o incluso haber sido víctima de un atropello. Desde luego, que hubiese querido dejar a los suyos nunca pasó por sus mentes. Incluso la madre de uno de sus amigos trazaba un perfil similar del chico en El Día de Córdoba. Beatriz Baldasano le definía como «deportista, bueno y responsable. Es un enamorado del deporte y de los amigos».

SOS Desaparecidos, que ha seguido de cerca el caso, le definía en los últimos días como ese «chaval joven, deportista de élite, buen estudiante, que tiene una relación personal bastante buena». Así le definía el coordinador de la asociación en Andalucía en unas declaraciones a Diario de Sevilla. David Guzmán explicaba que Álvaro no tenía problemas con su entorno. Un círculo en el que también estaba la Hermandad de la Sentencia de Córdoba, muy vinculada a su familia, tanto que desde su desaparición, se ha organizado misas y oraciones para rezar por el joven. Hoy también lamentan su inexplicable marcha.

Es la conmoción de los que amaban a un joven que solo quería regresar a casa y que perdió la vida en la estación de Santa Justa.